Hacía tiempo que no compartía con todos vosotros y vosotras algo de la publicidad que aparecía en la prensa escrita y hoy quiero traeros un dispositivo que era el que ponía la nota de sonido en toda buena fiesta o celebración que se preciase allá por el año 1980.

Quiero destacar que el modelo que comparto tuvo una longeva vida y se alargó desde mediados de los 70 hasta 1982 aproximadamente. Se trata del tocadiscos Radiola, marca que si no me equivoco pertenecía a la multinacional europea Philips, y así se anunciaba en la prensa de aquel marzo de 1980.

“Tocadiscos que, irresistiblemente hacen mover el esqueleto. El tocadiscos parecía normal, pero cuando colocaron el disco, hasta el tío Julián y la tía Merche saltaron a la pista, como impulsados por un resorte. Y eso que nadie los había visto bailar desde que a él le nombraron Jefe de Ventas”.

Así era la fotografía que ilustraba este anuncio

“Es que el aparato Radiola de Pepe, “el Ye-Ye” sonaba tan bien que al único que se quedó sin baile fue el camarero. A este, no le quedó otra cosa que sólo llevar el ritmo con los pies. Los tocadiscos Radiola, cualquiera de ellos suenan… eufóricamente”.

“Con decirles que hasta bailó el abuelo. Y eso que él dice que está un poquito sordo. Radiola, alegra la vida”. Según he descubierto, este mismo anuncio, aunque con algún cambio en el texto, fue también publicado en 1978, así que éste es un refrito de otra década pero aprovechado para comenzar los ochenta.