Dejamos los medios de transporte y nos vamos a recordar uno de los juegos a los que seguramente tuvisteis la suerte de disfrutar en cualquier tarde en compañía de familiares o amigos. Quizá no era un juego para niños muy pequeños, pero si realmente entendías la mecánica era muy entretenido. Estoy hablando del Cluedo ¿lo recordáis? Seguro que si.

Aunque este juego no pertenece a la década de los ochenta, sino que se remonta exactamente al año 1948, hay que decir que siempre ha gozado de buena salud comercial y siempre ha sido un buen regalo para el entretenimiento de toda la familia.

Fue inventado por un inglés llamado Anthony Pratt y desde entonces lo único que ha cambiado de este juego ha sido la imagen, así que tanto la caja, el tablero o incluso los nombre de los personajes pueden variar de una edición a otra, pero la mecánica es la misma de siempre.

Aspecto del tablero de juego

Para jugar a Cluedo se necesita un mínimo de 3 personas y un máximo de 6 y el juego trataba de mover las fichas de los personajes por un tablero que representaba una casa llamada Villa Tudor, donde podremos entrar en algunas de las diferentes estancias de la misma, cocina, habitaciones, salón, etc.

Nuestro objetivo consistía en adivinar quien había asesinado al Doctor Black y era muy divertido dado que todos los jugadores eran sospechosos. Mediante un sistema de cartas, elegidas previamente para escoger asesino, estancia donde se produjo el crimen y el arma homicida, teníamos que aguzar nuestros sentidos y tal como si verdaderos sabuesos de Scotland Yard fueramos, dar con el asesino.

Desconozco si este juego tuvo otros nombres en Sudamérica, aunque personalmente creo que este fue el nombre más internacional y estoy completamente seguro que muchos de los que diariamente leéis estas líneas habréis jugado en alguna ocasión. ¿O no?