La década de los ochenta, en especial en pleno apogeo de la conocida Movida Madrileña, fue una verdadera revolución musical en España, donde cada día aparecían más y más grupos esperando hacerse un hueco en el cambiante panorama musical español y uno de ellos fue Alphaville, no confundir con el grupo alemán también llamado Alphaville (Forever young, Big in Japan, Dance with me, etc).

Este grupo era diferente, al menos a todo lo que podíamos encontrar entre los grupos y música de por aquel entonces, algo que podía ser un verdadero bombazo o quizá un arma de doble filo por no seguir la corriente que tanto se llevaba en aquel momento.

Contaban con un sonido especial y las letras de las canciones estaban bastante cuidadas en comparación con lo que se podía encontrar. Las letras hacían referencias a la literatura y reflexiones filosóficas, algo que les llevó a ser considerados como un grupo culto, no de culto, algo completamente diferentes.

El grupo español Alphaville

Su primer EP fue lanzado en el año 1982 y se tituló Paisajes nocturnos y poco tiempo después lanzarían el maxi llamado Palacio de invierno, que a pesar de haber contado con una muy buena crítica fue un fracaso a nivel comercial, pero Alphaville continuaron a pesar de este traspiés.

En 1983 lanzaron el que sería su primer y último long play con muy buenas canciones, estupendas guitarras y también buenas melodías que acompañaban a la voz del cantante de donde destaca una de las mejores canciones de este LP, La escalera.

Pero el mayor éxito del grupo tuvo que esperar un año más, en 1984 se lanzaba otro maxi con el título El desprecio donde se encontraba uno de sus mayores éxitos, titulado De máscaras y enigmas. Éste sería uno de sus últimos trabajos dado que en 1986 el grupo se disolvió a causa de diferentes problemas internos.