Hoy vuelvo a sumergirme en el mundo de las hemerotecas y quiero haceros partícipes de una noticia que pudo acabar en tragedia, pero que finalmente todo quedó en un angustioso susto y todo el mundo puede contar. El 19 de julio de 1983, un avión de Iberia que cubría un trayecto entre la península y Canarias, estuvo a punto de colisionar contra un caza estadounidense. En el avión comercial viajaban 113 pasajeros y 9 tripulantes y el comandante del Boeing 727 con matrícula EC-DDY tuvo que poner a prueba su pericia y realizar una maniobra ante la inminente colisión, lo que supuso salvar la vida a todo el mundo. Así lo contaban los periódicos de aquel año.

“A primera hora de la tarde de ayer un portavoz de Iberia manifestó que la compañía acababa de recibir el informe del comandante del citado avión, en el que relata lo sucedido a la «altura del punto Adamo, día 14, a nivel 330″, en el que el Boeing entró en contacto con un caza estadounidense, a media milla de distancia y se vió obligado a efectuar una rápida maniobra para evitar la colisión”.

“La citada fuente quitó dramatismo al hecho y señaló que dicha comunicación del comandante sería remitida a la dirección general de aviación civil para que investigara el incidente. La noticia, no fue confirmada incialmente por Iberia en Canarias ni en el aeropuerto de Gando (Las Palmas), y llegó a ser desmentida en el centro de control aéreo situado en este último lugar”.

El avión protagonista de la noticia

“Sin embargo, el director del centro de control aéreo de Sevilla, comandante Baena, reconoció el incidente, si bien señaló que se había producido dentro del Right Information Region (FIR) de Casablanca, cuyo centro controla actualmente el pasillo aéreo Península-Canarias. A su vez, el director general de Aviación Civil, Pedro Tena, aseguró que el incidente ocurrió en el espacio aéreo marroquí y que el caza norteamericano procedía de la base de Rota”.

“El Boeing 727 de Iberia volaba a unos 900 kilómetros por hora, mientras que el avión norteamericano, al parecer un aparato de reconocimiento, lo hacía a 850 kilómetros por hora. La nave militar de EE UU había despegado desde Rota hacia Canarias con una misión desconocida y, de forma sorprendente, abandonó su aerovía y se introdujo en la conocida como ruta canaria. En el punto denominado Adamo, a una hora de Canarias, los dos aviones llegaron a encontrarse a una distancia de 900 metros, con peligro inminente de colisión en su máximo grado”.

“El avión español continuó posteriormente su ruta normal y llegó al aeropuerto de Gando a la hora prevista (16.15 hora peninsular), sin que, según el oficial de tráfico, se observara ninguna anormalidad. El vuelo, el 371, había seguido el trayecto Palma-Alicante-Sevilla-Las Palmas”.