El otro día, navegando por diversos foros de Internet, me di cuenta que además de estar de moda la década de los ochenta, algo que pasa cada determinados años para después volver a desaparecer, vi que además de la legión de seguidores que tienen estos años, a la vez hay muchos detractores. Lo sé, se que no es algo nuevo, pero me llama la atención la edad de la gente, al menos de los que yo he visto, que está en contra de nuestros añorados ochenta.

Muchas de estas personas comentaban haber nacido enel 87 e incluso otros en los noventa y por una parte comprendo que pueda o no pueda gustarte algo, pero siempre si lo has probado, como lo que me ocurre a mi personalmente con los garbanzos, algo que odio con todo mi ser, y sí, los he probado. (¡puag!)

¿Tan malos fueron los ochenta?

No me apena, ni mucho menos, nada puede gustarle a todo el mundo por igual, pero tengo que reconocer que toda década tiene sus cosas buenas y sus cosas malas y aunque yo sea un fanático de los ochenta, también sé que durante estos años sucedieron cosas que no deben volver a ocurrir o se inventaron cosas que hoy en día nos darían vergüenza ajena, pero eso es ley de vida.

Es como el sistema de prueba-error, de errores se aprende y para hacer las cosas bien hay que hacerlas mal a veces, pero que no me malinterpreten los fervientes seguidores ochenteros, yo no tiraré piedras contra nuestro propio tejado, simplemente intento ser imparcial y es mi punto de vista.

¡Menudas series había en los ochenta!

¿Y por qué todo esto? Pues parecerá que esto es protestar por todo, pero nuestra década, así como otras anteriores y posteriores, se han rendido, o las han obligado a sucumbir ante los encantos del capitalismo y vuelven las tendencias ochentenas y mucha gente endiosa a los ochenta o los odia a muerte sin siquiera haber vivido esos años.

No es la primera vez que pasa, pero a uno le hieren un poco su pequeño corazoncito con algunos comentarios aunque intento hacer que no me molesta, pero como dije, es ley de vida y a veces hay que hacer oídos sordos, por que yo, si viví en los ochenta y me parecieron geniales.