Tras el fallo de Retton, su compatriota McNamara también falló en la barra y en la pugna por hacerse con la medalla de bronce, algo que tampoco ganaría otra rumana que también estaba metida en la parte alta de la clasificación, Laura Cutina, a pesar de que ésta última hiciese un ejercicio en barra excepcional, pero cayó al suelo en la salida.

Otra rumana más, Simona Pauca, se metió arriba gracias a su regularidad con puntuaciones como 9,90 y 9,95 en la jornada, lo que hizo que finalmente se llevase el bronce. Pero eso no era lo que quería el público, unos querían que Retton se hiciese con la persea de oro y otros Szabo, ambas merecedoras del dorado metal.

Todo parecía igualado pero Retton volvió a fallar a pesar de los gritos de ánimo que resonaban desde todos los rincones del Pauley Pavillion coreando “Only You”. La gimnasta norteamericana comenzaba un nuevo aparato, realizando tres mortales hacia atrás sin apoyo de manos, algo verdaderamente difícil, tanto que en un cuarto hacia adelante se desequilibró y “sólo” le dieron una puntuación de 9,80.

Retton en uno de los aparatos más difíciles, la barra fija

Por su parte Ecaterina Szabo lo hizo estupendamente en suelo, a excepción de una diagonal de saltos, al que siempre se añadía un mortal al final de cada una. Logró hacerse con 9,95, lo que la situó a 15 centésimas de punto por delante de Retton a falta de dos aparatos para el final.

Pero Retton, consciente de lo que se jugaba, hizo gala de su casta y garra y aprovechándose de sus formas poco femeninas y de su tremenda fuerza física lo dio todo en suelo y salto, sus mejores disciplinas, consiguiendo dos dieces, mientras que Szabo tuvo que contentarse con 9,90.