Comprar móvil hoy en día es algo muy común, pero, en los 80’s era un privilegio solo para unos pocos, generalmente empresarios. Los teléfonos móviles actualmente se han convertido en un accesorio que nos acompaña en el día a día, y esto es posible gracias a su enorme evolución. Muy poco tiene que ver los modelos que hoy se llevan en los bolsillos con los primeros que se lanzaron allá por la década de los años 80, ni por las prestaciones que ofrecían como por su aspecto.  Un ejemplo de esto es que las pantallas a color -táctiles o no- brillaban… ¡por su ausencia!

Un poco de historia

La primera llamada desde un móvil la hizo un ingeniero de Motorola llamado Martin Cooper en 1973. Y la hizo a la competencia para decirles que estaba llamado desde un teléfono sin cables. Toda una vacilada y demostración de evolución.

Pasaron los años de trabajo y, de nuevo, el honor de lanzar el primer terminal que se consideró un teléfono móvil como tal, fue de Motorola. Hablamos del DynaTAC 8000X, un equipo de 1983 que se podía sostener con una mano y que no es posible considerar como un smartphone, ya que para nada era “inteligente”. Algunos datos te dejarán claro el tipo de producto del que hablamos: su peso supera tranquilamente el medio kilo, por lo que imagínate tener que hablar mucho con él, una locura. Además, su autonomía apenas llegaba a una hora (con un tiempo de carga que superaba las diez). Nada que ver con las opciones actuales.

Otro de los modelos que se pueden considerar como icónicos, y que aparecía como un elemento que mostraba lujo en las películas de Hollywood, fue el Mobira Talkman de Nokia. Este incluía su batería como si de una bolsa adicional se tratase… y no le faltaba incluso un asa de transporte. Falta que hacía, ya que este modelo superaba el kilo. Pero, a cambio, ofrecía unas espectaculares dos horas de uso.

Qué se podía hacer con estos teléfonos móviles

No se puede decir que hubiera grandes prestaciones en funcionalidad. Las funciones de los primeros móviles se limitaba a la posibilidad de realizar llamadas de voz y, a finales de los 80, aparecieron los primeros modelos con pantalla y, por lo tanto, podían recibirse mensajes de texto al más puro estilo de los buscas. Es decir, que se podían leer unas pocas letras y números. Pero, lo cierto, es que supusieron estos teléfonos móviles un punto de inflexión en el mercado que hasta le fecha solo había terminales que utilizaban el cable para funcionar.

Por cierto, que estéticamente las cosas eran como todo en los años 80: botones de grandes dimensiones -funcionaban de forma mecánica, por lo que sonaban mucho al usarlos. Las antenas eran como las que ahora mismo puedes ver en los Walkie-talkie de la policía, y la estética era muy cuadriculada, ya que se buscaba en ese momento efectividad sin importar mucho el diseño.

Unas ventas sorprendentes

Pese a que todo esto te puede parecer algo arcaico, en la década en la que aparecieron supusieron todo un icono y, tanto es así, que del modelo de Motorola antes mencionado se vendieron nada menos que 300.000 unidades. ¿Esto te parece poco? Pues seguro que tu idea cambia cuando sepas que lo que costaba uno de estos teléfonos móviles era nada menos que 3.995 dólares (de la época, ojo). Y, por lo tanto, no es de extrañar que varias compañías vieran un nicho de mercado emergente que había que aprovechar… hasta que llegó Steve Jobs con el iPhone y, el resto, es historia.