Estamos acostumbrados a recordar los años 80’s con nostalgia, pero lo cierto es que en estos años también hubo una época oscura, marcada por las drogas, especialmente por la heroína. Hoy en día ante un problema con las drogas tratamos de solucionarlo siguiendo un tratamiento de adicciones pero en aquella época existe un gran desconocimiento sobre el efecto de las drogas a largo plazo y no hay recursos suficientes para ayudar a los drogadictos.

El tonteo con las drogas

En el año 1983 los diferentes medios de prensa alarmaban sobre la muerte por sobredosis de cientos de jóvenes que se habían dejado atraer por la heroína, sin conocimiento de la peligrosidad que suponían. No en vano, un elevadísimo porcentaje de jóvenes habían probado algún tipo de droga en estos años. Lo peor de todo, que este crecimiento en el consumo de la heroína que se extendió hasta los años 90 supuso muchísimo sufrimiento por parte de las familias debido a la impotencia de no poder ayudar a los afectados, había una gran falta de recursos para poder proporcionar a los adictos la ayuda que necesitaban.

Si hoy en día las familias sufren ante un caso en el que existe un familiar adicto, en aquella época el sufrimiento se veía multiplicado. Son muchas las personas afectadas por los devastadores efectos de la heroína de manera directa o indirecta durante los años 80’s.

Drogas y delincuencia

Como consecuencia del consumo de drogas como la heroína se desencadenó en España un aumento de delincuencia. Aumentaron los robos de los jóvenes que se veían en necesidad de obtener dinero para conseguir su dosis de heroína, o las trifulcas entre los traficantes. Debido a este aumento de delincuencia nació en el año 1985 el Plan Nacional sobre Drogas. Esta iniciativa de tipo gubernamental tenía como objetivo coordinar aquellas políticas relacionadas con las drogas y poner freno a su tráfico y a la delincuencia que tenía como consecuencia.

La heroína y su consumo en la actualidad

En la actualidad se ha experimentado un repunte en el consumo de la heroína. El perfil del nuevo consumidor es un treintañero varón. Dicen los psicólogos que puede estar debido a que los treintañeros actuales, eran niños en los años 80 y principios de los 90, por lo que no vivieron en primera persona los estragos que causó la heroína.

No obstante, ha cambiado el modo de consumir la heroína. Si en los 80’s lo habitual era inyectársela, en la actualidad lo habitual es consumirla inhalada o fumada. La gran dependencia de esta droga, que obliga al organismo a querer consumirla a diario, además de los daños físicos y mentales que produce, supone un gran problema para el adicto, que requiere de ayuda profesional rápidamente. Cuánto se trate el problema mejores resultados se obtienen y menos probabilidades a la recaída existen.

Si has vivido una experiencia relacionada con las drogas en los años 80 y te apetece compartirla, te invitamos a que lo hagas en los comentarios. Estaremos encantados de escuchar tu historia. ¿Cómo viviste esta triste etapa de los 80’s?