Los 80 fueron una época de grandes cambios. En esta década se produjo una mezcla de diversión y avances industriales, y cambió nuestra forma de estudiar. Todo aquello que llevábamos al colegio era único y memorable, desde los resistentes zapatos de colegio indestructibles, que tenían que durarnos todo el curso, hasta las mochilas y el material escolar más básico. A día de hoy, mucho material de aquella época que ha sobrevivido sigue siendo valorado entre los niños de hoy.

Material escolar de los 80

Los niños de los 80 crecieron con colores brillantes, dibujos y formas y el progreso tecnológico. A pesar de su aspecto lúdico, estos artefactos son útiles. Uno de los artículos clásicos de esta época era Trapper Keeper, un organizador multifuncional utilizado por estudiantes de todas las edades. Esta práctica carpeta disponía de cremallera, bolsillos y una anilla que organizaba y compartimentaba apuntes y carpetas. Los boligrafos bic, las gomas de borrar que destrozaban el papel borraban bolígrafo, los rotuladores de carioca y un largo etc…

Los cuadernos escolares con tapas de neón brillante también eran una opción popular. Los rotuladores y marcadores fluorescentes de colores son recuerdos agradables de los niños de los 80. Las bolsas de lápices con gomas elásticas para sujetarlos y las calculadoras diseñadas para facilitar su uso también forman parte del recuerdo moderno del material escolar de los 80.

5 útiles escolares que llevábamos al colegio en los 80

No hay mejor lugar para rememorar unos buenos recuerdos que los días de colegio. Los niños de los 80 recuerdan con mucho cariño cómo era prepararse para ir a clase. Y seguro que recuerdan que en su mochila no podía faltar algo de material escolar básico. Buscando una buena forma de reciclar ideas y echar la vista atrás, recordamos algunos materiales que eran imprescindibles para los niños de aquella década. ¿Por qué? Porque eran grandes aliados de la educación. Repasemos cuáles fueron los 5 útiles escolares más imprescindibles de los 80:

1. Estuche con cremallera

¿Hay algún objeto más icónico que el clásico estuche con cremallera alargada? Era muy útil para guardar materiales útiles para tus clases, como gomas de borrar, tijeras, pegamento, bolígrafos de colores, sacapuntas adecuados para cada grosor de grafito, y tal vez una goma elástica o un clip para un montaje inesperado de última hora. Los que preferían los niños eran generalmente los que tenían dibujos animados, colores claros o los que reflejaban su carácter. De este modo, los identificaban rápidamente, garantizando así la seguridad e identificando las peculiaridades.

2. Carpetas y archivadores

Los libros eran estupendos, pero a veces resultaban pesados de llevar. Los niños solían elegir una buena carpeta, de plástico o cartón, con algunas carpetas en su interior. Su finalidad era mantener ordenadas las tareas y los documentos pertinentes. De este modo, se animaba a los niños a ser responsables y podían llevarse los materiales a casa sin preocupaciones. Además, ¡esas carpetas con la opción de ajustar el tamaño y carpetas que se podían sacar hacían un gran trabajo! Los niños podían adaptarse a sus necesidades y requisitos de almacenamiento, facilitando así la organización.

3. Calculadora

Como las enseñanzas se centraban en la aritmética y en hacer cálculos, era esencial llevar una calculadora como compañera. Este dispositivo estaba especialmente diseñado para niños, por lo que los padres no tenían que preocuparse de que fuera demasiado complicado de manejar o de que no tuviera suficiente espacio en la mochila. Girar los botones era fácil para todos los niños, y sólo tenían que llevar un par de pilas de repuesto para los días más ajetreados.

4. Regla

Una buena regla también era un elemento que no podía faltar. Sin embargo, tenía que tener el tamaño adecuado para leer fracciones y para tareas largas. Por lo general, las medidas ideales eran reglas de no más de diez o doce centímetros de ancho, de plástico opaco o de madera. Lo más importante era que la medida fuera correcta y que tuviera los números impresos de forma legible. Asimismo, los niños procuraban elegir una con caritas sonrientes, animalitos o algún personaje que les hiciera sentirse felices con sólo usarla.

5. Lápices y rotuladores

Aunque a primera vista había tantos que era fácil perderse, la precisión era la clave. Se podían encontrar lápices infantiles especializados, diseñados para un grosor determinado, en pintura no tóxica, y cargados de grafito que no se rompía al menor roce. Por otro lado, los rotuladores de colores eran de vital importancia para los proyectos artísticos y para publicar diálogos o fechas de distintas actividades escolares. Tenían que ser duraderos, lavables y de colores vivos. Por supuesto, cuantos más rotuladores, ¡más diversión!

Impacto en los recuerdos

Hoy en día, los padres y profesores, la mayoría de los cuales fueron a la escuela primaria en los 80, navegan por la nostalgia del pasado mientras se esfuerzan por encontrar artículos únicos y emocionantes para sus hijos. Los lunares de Scotia Jumble, las fundas para gatos y los astronautas forman parte de la escena retro.

Los colores vibrantes y los estampados nostálgicos pueden despertar recuerdos de momentos pasados con los amigos o incluso de la antigua clase. A menudo, el material escolar de los 80 sirve para iniciar conversaciones que ofrecen a los nuevos jugadores una chispa de nostalgia y evocan un sentido de la historia. Es maravilloso que los padres puedan dar un paseo por los recuerdos mientras los niños encuentran alegría en los temas clásicos.