Proseguimos con el repaso a la evolución en los años ochenta de la conocida como “gimnasta perfecta” y continuamos en el año 1987 donde las rumanas y su incipiente pero a la vez espectacular estilo gimnástico hacía aparición con ejercicios de una gran plasticidad y una serie de jóvenes gimnastas que pondrían en peligro a la hasta ahora hegemonía rusa en este deporte.

Tal fue el ímpetu de las rumanas que en sus primeros “enfrentamientos” con Shushunova ganaron. El primero fue en los Campeonatos de Europa celebrados en Moscú, donde Daniela Silivas se subía al podio en primera posición relegando a Shushunova a la tercera plaza, empatada con la búlgara Diana Dudeva y poco tiempo después en los Campeonatos del Mundo de Rotterdam, donde las rumanas se hicieron con el oro por equipos mientras que en individual Aurelia Dobre, también rumana, se hacia con el oro y dejaba a Shushunova en segunda posición y a Daniela Silivas tercera.

El equipo ruso de gimnasia rítmica

En esos mismos campeonatos, nuestra protagonista se desquitó en las finales por aparatos, ganando el oro en suelo, plata en barra de equilibrios y bronce en las asimétricas, un medallero digno de una auténtica campeona a la que poco a poco se le iban poniendo más difíciles las cosas.

Aunque estos fueron episodios muy importantes en su vida deportiva, uno de los más reseñables fue durante la celebración de los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988, uno de los acontecimientos por los que será siempre recordada. Hay que tener en cuenta que estos nuevos Juegos Olímpicos estaban lejos de los boicoteados de 1980 y 1984 y que serían más “transparentes” que los anteriores y donde habría una rivalidad más “sana” entre todos los países participantes.

Shushunova era una auténtica experta en todos los aparatos

En estos juegos, las rumanas iban a ir a por todas y gracias a sus excepcionales gimnastas estaban empeñadas en hacerse con el oro, no solo por equipos sino también en las modalidades individuales, pero Rusia aún no había dicho su última palabra y lograron sendas victorias demostrando su categoría y venciendo al equipo Rumano con clara superioridad.

Y en el siguiente y último post sobre Yelena Shushunova, conoceremos cómo fue la lucha personal, deportivamente hablando, entre ella y las gimnastas rumanas que harían lo imposible por llevarse el metal más preciado de unos Juegos Olímpicos.