Hoy vamos a hacer una retrospectiva sobre uno de los grupos musicales españoles más irreverentes y que contra todo pronóstico ganaron cierta fama con su música y sus letras totalmente diferentes a lo que por aquel entonces se cantaba en España; estoy hablando de Un pingüino en mi ascensor.

Los orígenes de este grupo se remontan a principios de los años ochenta, cuando José Luis Moro Valentín-Gamazo comenzó a escribir diferentes letras, siguiendo la estela de grupos como Alaska y los Pegamoides, Los Nikis, Derribos Arias, etc. grupos que por aquel entonces comenzaban a sonar en las más importantes cadenas de radio.

Caratula de su primer disco

La idea principal de José Luis era montar un grupo musical y para ello contó con sus amigos del colegio, pero sus intentos no dieron sus frutos y como suele decirse: “más vale solo que mal acompañado”, decidió probar suerte en solitario y así fue el origen de este grupo, que en sus inicios se llamaría El pingüino esmeralda.

Así, con un órgano y sus letras, comenzaría la andadura musical de este grupo, que en 1986 y habiendo cambiado su nombre por Un pingüino en mi ascensor, se hace con la clasificación para semifinales en el popular Concurso Pop-Rock Villa de Madrid, que aunque no ganó, uno de los jurados le ofreció grabar una maqueta en los desaparecidos estudios de Radiocadena Española.

El mismo año envió una maqueta al concurso organizado por Onda Madrid aunque sin el éxito esperado, pero en 1987 uno de los responsables de aquella cadena llegó a un acuerdo para editar un mini-LP con DRO, una de las, por aquel entonces, compañías musicales más fuertes en España.

En una de sus últimas actuaciones

El disco se llegó a grabar en tan solo 18 horas y finalmente contó con seis canciones, acompañadas todas ellas por un único instrumento, un teclado similar al Casiotone, muy de moda por aquellos tiempos. Contendría temas como “Espiando a mi vecina” o “El sendero luminoso me persigue sin reposo”.

Con esto llegamos a la mitad de esta entrega dedicada a tan peculiar grupo de la conocida movida madrileña. En la siguiente, acabaremos de conocer más cosas sobre Un pingüino en mi ascensor, pero antes aquí os dejamos con uno de sus primeros temas.