Hoy le llega el turno a uno de los artistas musicales españoles que aunque ya no está con nosotros, se le sigue recordando con mucho cariño y que marcó una época en el panorama musical español y que formó, sin duda, parte de aquella conocida como “movida madrileña” de la cual salieron grupos de gran importancia. Hoy recordamos a Tino Casal en un post que dividiré en dos partes.

Aunque fuera coetáneo de la ola del pop español que arrasaba la capital española en plena efervescencia de la movida madrileña, este artista, en toda la extensión de la palabra, sorprendía a propios y extraños por sus composiciones musicales y sobre todo por su atuendo, con prendas imposibles y una puesta en escena arrolladora.

Celestino Casal nació en un pueblo asturiano llamado Tudela Veguín y a principios de los años 60 comenzó su trayectoria artística con un grupo llamado Los Zafiros Negros, formación con la que estuvo ocho años hasta que se integra en Los Archiduques, una banda con gran proyección profesional y muy conocida en Asturias.

Tino Casal en un festival en Málaga

Con esta banda lanzaría un trabajo pionero en la música con un concepto que fusionaba claras reminiscencias del folclore tradicional asturiano, como la gaita, con ritmos rock e incluso soul. El resultado fue un disco brillante que el sello Columbia Records se encargó de promocionar y con el siguiente disco “Dimensión en Sol Mayor” llegaría la ruptura con Los Archiduques.

Posteriormente se iría a Madrid para comenzar su carrera en solitario grabando varios sencillos hasta que le llegó la oportunidad en 1978 cuando se presentó en el XX Festival de la Canción de Benidorm con el tema “Emborráchate”, algo que le dio cierta popularidad (antes esos concursos no eran productos de marketing como actualmente).

Y poco tiempo después se iría a Londres donde bebería de las fuentes de los sonidos que tan de moda estaban como el glam-rock, punk y el incipiente sonido denominado new wave, una experiencia que le marcó, lo suficiente como para cambiar de estética personal, la cual se volvió barroca y muy acorde con las influencias conocidas en Londres.

Después de impregnarse de conocimientos sobre esos nuevos sonidos, lanza su primer disco llamado “Neocasal” bajo la tutela de la importante discográfica EMI, donde se encuentra el sencillo “Champú de huevo”, un tema que sonó mucho en España en la mayoría de las emisoras de radio comerciales.

Tino Casal – «Champú de huevo»

Aspecto de Tino Casal a principios de los ochenta

También destacaron trabajos como el “Billy Boy” donde hacía un homenaje al cantante de Generation X y también se arriesgó a hacer su propia versión del “Life on Mars” de David Bowie. Y todo ello compaginándolo con otra de sus facetas, la de artista gráfico (con la creación de las carátulas de los primeros álbumes del grupo español Azul y Negro y también como productor musical, donde contaba con grupos como Goma de Mascar, Tacones y Obús entre otros.

Hasta aquí esta primera parte de este humilde recorrido por la carrera musical de un artista que quien lo conoció siempre estará de acuerdo en decir que era un adelantado para su época y muchas veces incomprendido.