Aunque la celebración de Halloween ha finalizado hace muy poco tiempo, quiero recordar con todos vosotros una película del año 1989 titulada Shocker, 100.000 voltios de terror. Tanto el guión como la dirección de la película fueron del prolífico y afamado Wes Craven yestaba protagonizada por Michael Murphy, Peter Berg y Mitch Pileggi.

La trama gira en torno a un reparador de televisiones que está aterrorizando a la población de una pequeña ciudad, asesinando sin parar a todo el que se cruza en su camino. La última de sus víctimas es la familia del policía encargado de llevar su propio caso, a excepción uno de los hijos.

Este chico sufre de extraños sueños donde ve al asesino una y otra vez haciendo de las suyas y gracias a esas premoniciones lleva a su padre hasta el paradero del psicópata. Finalmente el asesino es juzgado y condenado a muerte en la silla eléctrica con una sentencia que no tarda nada en llevarse a cabo.

Momento en el que «fríen» al reo

El asesino es ejecutado y dado por muerto tras una descarga letal. Lo que nadie sabía es que éste había hecho un pacto con el demonio para volver a la vida con poderes eléctricos que permiten que éste se mueva a través de los cables de televisión o incluso pasar de persona a persona, acabando con la vida de todos los que se cruzaron en su camino.

Hay que decir que la película contó con un presupuesto bastante escaso, de apenas cinco millones de dólares, aunque pronto se convirtió en un gran éxito y mucha gente llegó a tildarla de película de culto. Se especuló acerca de una secuela aunque finalmente el proyecto quedó en agua de borrajas y de esta película hay que destacar que fue el primer trabajo serio de Mitch Pileggi, quien años más tarde daría vida a Snikker, jefe del FBI en la serie Expediente X.