Los coches siempre han sido pasión de grandes y pequeños, a unos les gusta conducirlos y a otros verlos, la verdad es que en los años ochenta en España hubo una gran cantidad de coches que hoy tristemente muchos de ellos han caído en el olvido y otros han pasado por esa década y muchos ni se han dado cuenta.

Hoy quiero refrescar la memoria a alguno de los aficionados a los coches con uno de los clásicos de la, por aquel entonces, factoría de Martorell, el Seat Ibiza, un modelo que aún sigue vigente en nuestros días pero, obviamente, con unas mejoras increíbles respecto a las de los modelos de aquellos tiempos.

Pero no voy a hablar del Seat Ibiza en sí, muy conocido por muchos sin duda, voy a hablar de el modelo fabricado por Aníbal, un pequeño fabricante de coches granadino que a mediados de los ochenta lanzó al mercado una variante del modelo de Seat, conocido como F-100 ó Seat Ibiza Raider.

Aspecto del Seat Ibiza Raider

Este coche tenía la mecánica del Ibiza GLX 1.5 System Porsche de 90 caballos de potencia, dirección de cremallera, suspensiones independientes y frenos de disco en la parte delantera y de tambor en la trasera.

En su interior destacaban sus asientos de la marca Recaro de serie y un arco de seguridad central y su exterior tenía claras líneas deportivas, dejando atrás el corte del Seat Ibiza y algo muy destacable eran sus faros, capaces de esconderse o “escamoteables” como se suele decir en el argot

Además de su acabado, tanto interior como exterior, abe decir que era una auténtica edición limitada que alcanzó un precio de 1.800.000 pesetas ¿Alguno de vosotros recuerda este modelo?