La industria automovilística de los años ochenta comenzaría a sufrir bastantes cambios, como si fuese consciente de que los 70 cada vez quedaban más lejos y los noventa serían una verdadera revolución. Atrás quedaban los coches grandes y de pronunciadas líneas angulares y poco a poco irían apareciendo en el mercado diferentes modelos cada vez más compactos y con líneas más redondas, pero eso fue poco a poco.

Hoy vamos a recordar un pequeño gran coche que tuvo cierto éxito en España, el Seat Fura, lo que estaría a caballo entre el tamaño de los coches de gama baja de hoy y los aún predominantes ángulos que bebían de la inspiración de años anteriores.

El modelo básico de Fura

Seat comercializó este modelo entre los años 1981 y 1986 y aunque era una remodelación del antiguo Seat 127, en el Fura destacaban sobre todo sus ópticas diferentes, tanto en la parte frontal como la trasera. Y también destacaba su línea, que aún siendo fiel a la de su predecesor, era mucho más vistosa que aquella.

Tenía un motor de 903 centímetros cúbicos y cuatro marchas que le daban una velocidad punta de unos 146km/h, más que de sobra para conducir por la ciudad aunque en carretera se quedaba algo corto de potencia y más si el coche iba con pasajeros y tenía que subir una pendiente pronunciada.

Pero esto cambió hasta la aparición del modelo Crono, sucesor del Fura y que montaba motorización de 1.438 centímetros cúbicos, dando un aire completamente nuevo al modelo básico y que se convirtió en lo que se podría denominar como versión deportiva.

Tuvo su aceptación también en algún rally

Y con la aparición del Seat Ibiza, la fabricación del Crono se quedaba obsoleta, dado que tanto el Fura como el Crono eran coches para cubrir el espacio dejado por el 127 hasta la elección de un nuevo sucesor, pero que aún hoy en día vemos alguno de estos curiosos modelos.

Personalmente me parecía un buen coche ¿y a ti?