Vuelvo con otra serie de animación que seguro muchos de vosotros recordaréis, porque aunque se emitió en los 80 en España, la serie fue emitida por primera vez en Estados Unidos allá por 1969, siendo un gran éxito entre el público juvenil. Estoy hablando de Scooby Doo.

El guión de la serie era del japonés Iwao Takamoto y tan sólo se produjeron 25 episodios para la serie que se pasó por el canal norteamericano CBS, con un éxito hasta ahora nunca visto en una serie de dibujos animados. Y gracias a los buenos resultados, la serie volvió a reponerse y la cadena tras quedar totalmente satisfecha decidió darle continuidad años después.

Scooby Doo, Velma, Shaggy, Fred y Daphne en la Mystery Machine

El primer capítulo se emitió por CBS el 13 de septiembre de 1969 y aquel año nacía uno de los dibujos animados favoritos por los más pequeños (y los no tanto) de todo el mundo, dado que la serie fue traducida a un montón de idiomas diferentes, consolidando al consorcio Hanna-Barbera como una apuesta segura a la hora de realizar cualquier serie de animación. En España se emitió durante gran parte de la segunda mitad de los ochenta, con varias reposiciones y un gran éxito como en todos los países donde se emitió.

Tal como Jonny Quest, Scooby Doo venía de la mano de la productora Hanna-Barbera y narraba las aventuras de un gran danés y sus amigos, Fred, Daphne, Velma y su inseparable amigo Shaggy. Recorrían el país de un lado a otro en su furgoneta llamada “Mystery Machine” que les llevaba a los lugares donde había alguna clase de misterio inexplicable como extrañas apariciones, monstruos, fantasmas o seres de dudosa procedencia.

Una de las escenas de la serie

Según la naturaleza, un gran danés es un perro fuerte y valiente, pero en Scooby Doo, se hallaba la excepción que confirma la regla, era todo lo contrario, un completo cobarde que cuando veía a alguien usando una sábana al más puro estilo fantasmal, escapaba corriendo (siempre junto a Shaggy) mientras que Fred, Daphne y sobre todo Velma, se quedaban a indagar el verdadero origen de los misterios.

Finalmente se descubría que los monstruos no eran tales monstruos ni los fantasmas eran fantasmas reales, todo ello gracias a la inteligencia de algunos miembros del grupo, que unida a los gags cómicos de Shaggy y Scooby Doo, hacían de esta serie de animación, una de las más recordadas de los años ochenta en España.