Hoy nos vamos a recordar uno de los juguetes por excelencia no solo de los ochenta, sino también de varias generaciones anteriores y por supuesto posteriores, dado que este producto tiene la friolera de nada menos que 46 años de vida en España.

¿Quién no recuerda haber pedido una y otra vez el Scalextric a los Reyes, a Papa Noel o a quien hiciera falta? Nuestro afán por ser los más rápidos, tener los mejores coches y crear los circuitos más difíciles eran un auténtico reto.

En el mundo de las miniaturas de hace bastantes años, predominaban los trenes y los coches, sobre todo los de carrera, aunque lo malo de ellos es que eran de hierro y no eran demasiado estéticos. Hasta que a finales de 1950 aparecía en escena una marca en Inglaterra que ofrecía unos buenos resultados, Scalextric.

El Seat 1430 Rally de Montecarlo, uno de los clásicos del Scalextric

Tenía unos circuitos fáciles de montar y desmontar a nuestro antojo, pero los coches seguían siendo de metal, pero esto no duró mucho tiempo, dado que en los años 60 todo cambió con la aparición del plástico en este gremio. Allá por 1962 llegaban a España los primeros circuitos y primeros coches.

En 1966, Scalextric ya fabricaba en España todos sus productos, pistas, transformadores y mandos. Además se creó un modelo para empezar que era genuinamente español, el SEAT 600. Y a ello se le unirían las joyas de la corona por aquella época, el Mercedes 250, el Jaguar E o el Ford GT entre otros.

Dos Porsche en competición de GT

Cuantas veces habremos pedido a nuestros padres que nos comprasen aquel maldito Scalextric para pasarnos una tarde entera armando y desarmando pistas, creando árboles, edificios o personas con plastilina, o llamando a nuestros amigos para que trajesen sus mejores coches a nuestra casa y hacer un gran premio de velocidad, con los consiguientes gritos y el posterior dolor de cabeza o protesta de nuestros progenitores.

Scalextric comenzó como un juguete, pero se ha modernizado tanto, los coches han llegado a tal nivel de detalle y hay tantos aficionados que se crean sus propios coches, que se están llevando a cabo desde hace bastantes años ligas de competición Scalextric. ¿Quién no se acuerda de este producto? Seguro que a muchos les ha venido a la memoria su época de peque (o no tanto) cuando nos creíamos auténticos pilotos de rally o de Fórmula 1.