Lo sé, antes de que los más puristas digan nada, la serie sobre la que hoy vamos a hablar no es de los ochenta, pero yo, personalmente, tuve la oportunidad de conocerla en los ochenta al igual que muchas otras series que databan de bastante tiempo antes y seguro que a muchos de vosotros y vosotras os ocurrirá lo mismo, así que por ello quiero recordar con todos vosotros una serie que seguro que trae muy buenos recuerdos, Pippi Calzaslargas.

La serie, de producción sueca, comenzó a emitirse en el año 1973 aproximadamente aunque se fue reponiendo año tras año e incluso creo recordar que también durante los primeros años de la década de los noventa aún se seguía pasando por la televisión.

Estaba inspirada en la creación de la escritora sueca Astrid Lindgren, una reconocida escritora infantil del siglo XX que nos contaba las aventuras de Pipi Calzaslargas, una niña pelirroja de lo más pizpireto y revoltosa.

Los protagonistas principales de la serie

Lo cierto es que a veces esta serie no tenía ni pies ni cabeza, era un poco anárquica en cuanto a trama en muchas ocasiones pero era algo que la hacía especial. Nos contaba la vida de Pippi en su casa llamada Villa Villekula, era huérfana de madre y su padre era pirata, por lo que vivía sola, aunque tenía como compañeros a un enorme caballo blanco pintado con lunares llamado Pequeño Tío y a un mono al que llamaba Señor Nelson, quien tenía una fuerza de otro mundo y era capaz de levantar al caballo como si nada y además tenía una característica muy especial y era capaz de limpiar la casa a una velocidad alucinante.

Además tenía dos amigos inseparables, Annika y Tommy, quienes seguían sus alocadas y trasgresoras ideas y siempre iba en contra de cualquier cosa establecida. Fue una serie de grandísimo éxito en la televisión y al igual que el libro fue traducida y emitida en más de 60 países, donde todos disfrutaban del humor más surrealista y absurdo que pudiéramos imaginar, pero la verdad es que… ¿qué nos importaba a nosotros los niños?