Vuelvo a la carga con otra entrada más para recordar aquellas cosas que directa o indirectamente forma parte de nuestro pasado y que pudimos vivir durante la década de los años ochenta, a la que todos los días recordamos con cierta nostalgia desde este blog.

Algunos tuvimos la suerte de contar con ordenador en casa durante aquellos años, aunque personalmente a mi me parecía algo un poco raro, dado que muchos amigos no lo tenían y se dedicaban a jugar a juegos de mesa, aunque como mi ordenador era compartido pues no estaba tanto tiempo como estoy hoy en día y podía disfrutar de tardes con mis amigos jugando a cualquier cosa.

Cuando un videojuego tiene mucha fama, desde siempre ha aparecido el tradicional merchandising y demás parafernalia, y de eso es de lo que voy a hablar hoy, de un videojuego que arrasó y que se ha convertido en un icono del mundo gamer, inspiración para artistas y uno de los videojuegos más famosos de todos los tiempos.

Así era la versión de tablero de este popular juego de las recreativas

Se trata del Pac-Man, pero no voy a hablar del videojuego en sí sino de su versión de tablero, sí también la tuvo aunque no con demasiado éxito, al menos en nuestro país. El tablero era idéntico al que podíamos ver en las pantallas de las recreativas pero tanto el Pac-Man o Comecocos, como los fantasmas, eran de plástico.

La temática era tremendamente sencilla, comenzaba Pac-Man lanzando dados y su misión era la de comerse todas las bolas del tablero intentando evitar que los fantasmas le atrapasen. Primero uno y después otro, así las partidas se podían hacer verdaderamente largas y finalmente ganaba quien más bolas tenía al final, si Pac-Man conseguía evitar a los fantasmas o si los fantasmas le comían a él.

¿Recordáis este juego?