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Hoy queremos recordar junto a todos vosotros un automóvil que aunque no tuvimos la oportunidad de ver demasiados, marcó un antes y un después en cuanto a coches deportivos, el Opel Manta. Este modelo fue fabricado desde 1970 hasta 1988 y era un coupé deportivo derivado del modelo Ascona que también tuvimos la oportunidad de ver por nuestras carreteras.

El Opel Manta fue el sucesor del modelo GT y tuvo tres generaciones antes de que fuese sustituido por el Opel Calibra a finales de los ochenta. La tercera generación de este modelo nació en el año 1982 y fue la última, extendiéndose con algunas que otras mejoras hasta el año 1988. Por aquel entonces era un buen coche, contaba con cuatro motorizaciones diferentes, 1.3 OHC, 1.8 OHC, 2.0 S y 2.0 E CIH. aunque este último fue rebautizado como GSi en el año 1983.

Uno de los modelos más populares fue el 1.8, produciéndose ininterrumpidamente desde 1982 hasta 1987 y el último modelo del Opel Manta B fue el Exclusive, una auténtica joya con equipamiento que muchos coches no montan de serie, salvando las distancias tecnológicas de hoy en día.

Aquel modelo contaba con asientos Recaro de tipo baquet, cuerpo gris en el interior, radiocassette con 4 altavoces, 2 ópticas por cada faro, defensa inferior Irmscher más baja, alerón de tres piezas, frenos delanteros de disco y traseros de tambor, neumáticos 165/80 y tracción trasera.

Contaba con unos 92 caballos de potencia y una velocidad máxima de 175Km/h (estamos hablando de la versión 1.8, no superiores) con una aceleración de 0 a 60KM/h de 11 segundos, algo que no lo dejaba en un buen puesto en comparación con los coches actuales, pero aquella era todo un deportivo ciertamente asequible aunque había otras opciones un poco más caras que eran más deportivas y con mejores prestaciones. El Manta tuvo tanto éxito que incluso llegó a participar en un gran número de rallies y de hecho, en muchos lugares donde se realizan esta clase de eventos, sobre todo a nivel regional, aún puede verse alguno que otro.