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El 9 de abril de 1983 Televisión Española estrenaba un espacio de humor presentado por Emilio Aragón titulado Ni en vivo ni en directo, un espacio de humor, que en aquellos años tenía un presupuesto por programa de aproximadamente 1.300.000 pesetas, algo nada comparable con lo que se gasta hoy en un programa, ni aunque fuera de media hora de duración como es este.

Soy Emilio Aragón y uste no lo es. ¿Quién no recuerda esta frase?, era una de las frases más conocidas de la primera mitad de los años ochenta en la televisión, frase que encabezaba aquella especie de informativo que se llamaba “La reducción”.

Si no os acordáis de este espacio, os refrescaré la memoria, se trataba de una parodia de los telediarios del momento, con informaciones completamente absurdas y también con un montón de sketches en clave de humor, todos ellos escritos y protagonizados por el propio Aragón. Era un cambio de rol al que nos tenía acostumbrados hasta aquel momento Milikito, el nombre de payaso de Emilio Aragón cuando estaba con los mediáticos payasos de la tele.

Hay que decir que no todos los sketches y gags eran tan buenos como se esperaba de un genio como Aragón, lo que hacía que el espacio fuese una montaña rusa con muchos altibajos y en algunos momentos la parodia que estaban interpretando distaba mucho de lo que se podía esperar, pero aún así el programa se podía ver.

A favor de este mediático personaje debo decir que aunque llevaba tiempo actuando frente al público mucho tiempo, en este programa estaba dando sus primeros pasos en este aspecto, aunque mejoraría con el tiempo.

A pesar de la simplicidad del espacio, en su momento la cúpula directiva de Televisión Española estaba muy contenta con aquel producto, alegando que lo que querían para TVE era que el público tuviese un espacio con el que reírse y desconectar de todo, disfrutando sin dobles intenciones ni mordacidad.