Hoy en día tener un teléfono móvil es algo de lo más normal del mundo pero hace muchos años era algo impensable. Sí, lo habéis adivinado, la entrada de hoy va de telefonía móvil, exactamente del Motorola 9800X, un teléfono que aunque a España llegó en 1990 fue lanzado el 25 de abril de 1989, por eso lo he rescatado del olvido para recordarlo con todos vosotros.

Por aquel entonces este teléfono móvil costaba la friolera de 300.000 pesetas y su comunicación se hacía mediante la cobertura analógica que ofrecía MoviLine, de la compañía española de telecomunicaciones Telefónica. Era un alarde de “yupismo” (¿existe esa palabra? no, pero queda bien) y aunque tuviera un precio desorbitado era el sueño de todo empresario que se preciase, aun pudiendo hablar con sólo unos cuantos que podían pagar este precio.

Lejos de enviar y recibir mensajes, grabar vídeo, tomar fotos, usarlo de GPS y todos los adelantos que hay hoy en día, las limitaciones de este teléfono eran más que evidentes, tan sólo hacía y recibía llamadas, únicamente eso. Contaba con una batería que daba una autonomía de 9 horas en reposo y unos ridículos 20 minutos en conversación.

Así era el Motorola 9800X

Hay que destacar que aunque fue uno de los más famosos no fue el primero dado que antes que éste llegaron el Motorola Dynatac 8000XA de 1983, que parecía un auténtico ladrillo; el Siemens Mobiltelefon C1 de 1985, ideal para coche o el Radio Shack 17-1050 de 1987.

La pantalla de este teléfono era un pequeño recuadro donde únicamente cabían ocho caracteres, exactamente un número de teléfono de por aquel entonces. Contaba con una pequeña antena que mejoraba un poco la recepción y emisión y una pequeña tapa de plástico para proteger el teclado. Hoy en día todo ha cambiado y las cosas parecen mucho más sencillas con los terminales actuales, pero hoy hemos recordado uno de los papás de los que hoy en día son nuestros compañeros inseparables.