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Contar con una moto en los ochenta era una de las mejores recompensas que cualquiera podíamos llegar a tener como estudiantes de aquellos años, sobre todo al aprobar octavo de E.G.B. Hoy en día también lo es, aunque no hay duda de que hace años era algo mucho más exclusivo. En aquellos años no teníamos demasiadas opciones en cuanto a motos y no había demasiado entre lo que escoger, pero sí había motos con más o menos tecnología.

Hoy queremos recordar junto a todos vosotros dos de los ciclomotores que menos fama tuvieron en la década de los ochenta y que aparecieron en la prensa escrita. La primera de las marcas de la que queremos acordarnos hoy es de Mobylette, una compañía que venía con motocicletas de ciudad y también con una línea todo terreno como la Moby Cross, un modelo que no tuvo demasiado éxito.

Tal como aparecía en su anuncio: “para conducir esta moto no se necesita carnet de conducir, es sin matrícula, no tiene impuestos de lujo y si se tiene más de 15 años la licencia es tuya sin que tengas que pasar ninguna clase de examen. Moby Cross cuenta con un motor de 49,9cc y un consumo que solo llega a 2 litros por cada 100Km. Así es el último éxito de la conocida marca Mobylette.

Otra firma era G.A.C, la cual luchaba contra las dos claras dominadoras de aquel tiempo, Vespino y Puch. Era una marca que también hacía bicicletas, pero que nunca llegó a quitar popularidad a estas marcas y sus motos tampoco eran un alarde de tecnología.

Aún así, en su anuncio podíamos ver: “La G.A.C cuenta con un carenado sólido, con un completo cuadro de instrumentación y también un bello diseño. Con su nuevo sistema antirrobo mediante una barra de bloqueo se lo pondrá muy difícil a los ladrones. Tiene una nueva llave de luces tanto larga y corta con paro automático y un moderno claxon así como diferentes asientos, para un pasajero y portabultos o asiento a dos alturas abatible con pequeño cofre interior para llevar tus documentos.

Estas eran aquellas motocicletas de la década de los ochenta que pudimos ver en muchas ocasiones pero que, como os comenté antes, no llegaron a tener el éxito de aquellas que tanto nos gustaban como Vespino o Puch.