En la anterior entrega sobre Mary Lou Retton nos habíamos quedado con esa pugna que tenía con la rumana Ecaterina Szabo, quien falló en uno de los aparatos de la final del concurso por equipos, lo que dio la oportunidad para el conjunto norteamericano, quienes partirían con una ventaja de apenas 15 centésimas de punto.

Pero volviendo al tema individual, para brindar la máxima emoción a la lucha entre ambas gimnastas, Szabo, consciente de que no podía cometer ningún fallo se aplicó a fondo y lo consiguió en la siempre difícil barra de equilibrios donde se hizo con la puntuación más alta, el diez.

Todo estaba servido y listo para convertirse en una de las finales más reñidas de la historia de la gimnasia rítmica de todos los tiempos y estoy completamente convencido de que los que también sois amantes de este deporte recordaréis con nostalgia aquellos mágicos momentos.

Ecaterina Szabo, la rival de Retton en la final

Ecaterina Szabo era una perfecta combinación de engranajes que apenas se equivocaba y realizó un ejercicio de libro, cuatro mortales hacia atrás con apoyo de las manos, dos más, sin apoyo y salida con doble mortal atrás con la que quedó perfectamente clavada en el suelo. Retton lo tendría muy difícil para superarlo.

Por su parte, la norteamericana entró en las barras asimétricas y a pesar de hacer un ejercicio muy bueno con un final compuesto de mortal y tirabuzón combinados, tuvo un fallo en uno de los cambios de barra, lo que hizo que se le redujese la nota de 10 a 9,85, dejándoselo más fácil a la rumana. ¿Podría con ella?