Comienzo esta segunda entrega sobre Marita Koch, quien se hizo con el oro en los Juegos Olímpicos de Moscú de 1980 de una manera muy superior al resto de corredoras dejando un crono de 48:88, medio segundo por delante de la checa Jarmila Kratochvílová quien hizo 49:46. Además también ganó la medalla de plata en la prueba de relevos de 4×400, convirtiéndose en una verdadera maquina de pulverizar récords.

Pero ante el impresionante palmarés con el que cuenta esta corredora, Moscú 1980 fueron sus únicas olimpiadas porque el boicot de los países del Este, como ya os comenté en el post de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles de 1984, le impediría formar parte de este evento deportivo, donde sin duda alguna, hubiera ganado alguna otra medalla más.

Pero no pasaría demasiado tiempo hasta que volviese a ganar de nuevo alguna prueba importante desde el 80. En los Campeonatos de Europa de Atenas de 1982 volvió a ganar en los 400 metros, rebajando de nuevo el récord mundial por sexta vez y dejándolo en 48:16 e incluso ganó el oro en los relevos de 4×400.

En la prueba de los 100 metros en Helsinki 83

Un año después se llevarían a cabo los primeros Campeonatos del Mundo de Atletismo, en Helsinki, y Marita sorprendió a todo el mundo rechazando participar en su mejor prueba, los 400 metros y optó por los 100 y 200 metros. Y en un principio mucha gente cuestionó su decisión pero pronto se tragarían sus palabras al hacerse con plata en los 100 metros y el oro en los 200. Un verdadero fenómeno.

Incluso siguió ganando medallas, de oro, en los 4×100 y en los 4×400, convirtiéndose en la estrella de los campeonatos, pero con una nota negativa, la checa Jarmila Kratochvílová se hacía con el oro en los 400 metros y rebajaba el récord de Koch hasta dejarlo en 47:99.

Con esto finaliza la segunda entrega, en la siguiente conoceremos la última parte de la carrera de esta estupenda atleta muy cuestionada en los últimos años por ciertas acusaciones que conoceremos en el siguiente post dedicado a Marita Koch.