A finales de la década de los ochenta, los productos de bollería industrial se habían convertido en algo prácticamente indispensable a la hora de irse al colegio, bien fuera por comer algo a media mañana o más bien por la pura gula de comer una chuchería lejos del alcance de nuestros padres.

Phoskitos, Tigretones, Donuts (originales o de imitación, Bonny y una larga lista de productos llegaban todos los días en las mochilas de los que por aquel entonces aún cursábamos E.G.B. Uno de los alicientes de estos pastelitos era que cada uno de ellos venía con una calcomanía o pegatina, uno de las principales razones del por qué comprarlos de camino al colegio.

Pero si de pegatinas y de bollería hablamos, no quiero olvidarme del famoso Bollycao, producto que hoy en día aún existe, aunque han evolucionado, al menos en cuanto a su envoltorio (prometo que no los he vuelto a comer desde aquel entonces) y con estos productos venían una serie de pegatinas que seguro que más de uno recuerda.

Algunas de las pegatinas de los famosos Bollycao

¿Os acordáis de los “toi”? Podría apostar a que muchos de los que seguís este blog a diario tenéis unas cuantas pegatinas en algún viejo mueble que apenas se usa, en el fondo de algún cajón o en unas joyas como son las carpetas de colegio o instituto, donde muchas estaban repletas con fotos de los cantantes y actores del momento o de pegatinas como estas.

Toi aburrio, toi namorao, toi del reves o no toi, eran algunas de las expresiones que una especie de bola verde con ojos y brazos decía en muchas de las pegatinas que salían con este producto y que muchos llegamos a tener verdaderas colecciones que intercambiábamos como locos en los recreos de clase y que tan orgullosos llevábamos en nuestras carpetas.

Y tú… ¡¿cómo tas?!