El protagonista de Los cuentos del mono de oro

Cuando echamos la vista atrás, recordamos muchas series de los ochenta. El equipo A, El coche fantástico, Falcon Crest, Dinastía, El trueno azul y muchas otras. De todas ellas nos acordamos casi a la perfección pero… ¿os acordáis de Los cuentos del mono de oro?

Es una de esas series que no llegaron a tener el éxito de muchas otras. En este caso se trataba de una serie bastante entretenida y con muchos ingredientes destacables. Se emitió en Estados Unidos entre los años 1982 y 1983, con una única temporada de 21 episodios. En nuestro país pudimos verla por Televisión Española.

Donald P. Bellisario, el rey midas de la televisión

La serie estaba producida por Donald P. Bellisario, quien la había presentado a varios estudios pero fue rechazada. Poco tiempo después se estrenó la primera película de Indiana Jones y aprovechando el tirón le aprobaron el proyecto.

Quizá digáis que quién es este tipo… Se trata de uno de los pesos pesados de la televisión en Estados Unidos. Series como Magnum, Quantum Leap, JAG, NCIS o NCIS Los Ángeles son algunos de sus éxitos.

En el apartado musical teníamos a otros dos pesos pesados de las series americanas. Mike Post y Pete Carpenter, quienes habían puesto música a series como Canción triste de Hill Street entre muchas otras.

Los cuentos del mono de oro, una poco de todo

Espionaje, aventuras, ciertas reminiscencias a Indiana Jones y pinceladas de humor y romance eran algunos de sus ingredientes. Tuvo un buen éxito tanto en Norteamérica como en muchos otros lugares del mundo, con unas aceptables cuotas de pantalla. Pero no era lo suficiente como para justificar sus altos costes de producción.

Los personajes

La trama de Los cuentos de el mono de oro giraba en torno a Jack Cutter, protagonizado por Stephen Collins. Era un piloto de hidroavión de transporte de mercancías. Siempre se veía involucrado en infinidad de aventuras originadas por el ambiente prebélico.

Todo se desarrollaba en la isla ficticia de Bora Gora (Bora Bora), en el archipiélago de Marivella en 1938. Transportes de mercancías ilegales y otros contrabandos, rescate de viajeros, asuntos de espionaje eran comunes en la serie.

Le ayudaba su amigo Corky y la preciosa Sarah, la cantante (y espía) de una de las tabernas del pueblo. Ella también ayudaba a ponerle un toque de romanticismo a la serie con su affair con Jack

Como era de esperar, la serie también contaba con un grupo de malos malísimos. El peor era Willy, un espía doble nazi que se hacía pasar por el sacerdote de la isla. Para rizar el rizo de esta esperpéntica trama había una japonesa. Ésta se hacía pasar por una princesa japonesa.

Por otro lado teníamos a Louie, el dueño del Bon Chance, la taberna donde trabaja Sarah. Es la autoridad francesa de la isla y quien siempre prefería mantenerse neutral en cualquier situación.

¿Qué os parecen estos ingredientes? ¿Recordáis esta serie? Si no os suena, os dejamos con la cabecera, para refrescaros un poco la memoria. Seguro que cuando la veáis más de uno la recordaréis con nostalgia.