El 30 de enero de 1989 perdía la vida un miembro de la familia real española, Alfonso de Borbón Dampierre, Duque de Cádiz. Esto podría parecer normal, dado que hasta la realeza también fallece, pero lo extraño del tema es que su muerte se vio envuelta en una serie de extrañas circunstancias que a día de hoy aun no se han explicado.

Alfonso de Borbón se encontraba en una pista de la estación de Beaver Creek inspeccionando junto a el ex campeón austriaco de esquí Tony Sailer, la esposa de éste y Ken Read, encargado de seguridad, el estado de la pista de cara a los campeonatos del mundo de esquí alpino.

Mientras se encontraban trazando el recorrido, descendiendo en sus esquís, Tony advirtió la presencia de un cable trenzado de acero prácticamente a ras de pista y avisó a los demás. Todos pudieron esquivarlo menos Alfonso, dado que justo antes de que éste pasase por allí, el cable se elevó hasta 1,65 metros de altura sobre la nieve y le seccionó prácticamente todo el cuello.

El fallecido Don Alfonso de Borbón y Dampierre

Acto y seguido se escucharon los gritos de sus amigos al ver a Alfonso en el suelo y con una profunda herida en el cuello. Uno de los operarios que estaba colocando la pancarta de meta para el día siguiente era quien estaba moviendo ese cable, respondía al nombre de Daniel Conway, del cual no se supo absolutamente nada más después de ese acontecimiento.

Mientras los amigos de Alfonso pedían ayuda, éste permanecía en el suelo perdiendo mucha sangre. La asistencia tardó en llegar y después de más de media hora con Alfonso muy malherido llegarían las asistencias, pero ya tenía el pulso muy débil, aunque lo trasladaron de urgencia hasta el Vail Medical Center, poco se pudo hacer por su vida, a las 16:48 se certificaba su defunción.

En la siguiente entrada continuaremos conociendo algunos de los detalles de este escabroso suceso acontecido en el año 1989.