Muchas de las películas que recientemente han tenido un gran éxito se han inspirado en obras literarias como es el caso que nos ocupa a continuación, pero no hablaré de la película dado que es del 2002, pero sí del libro que se editó allá por 1980 de la mano de Robert Ludlum.
“La identidad de Bourne” fue el nombre que se le dio a esta publicación de espionaje internacional y que tanta repercusión tuvo en formato cinematográfico a principios de la década de los 2000. Pero antes que llegase a la gran pantalla quiero destacar que tuvo su versión televisiva en 1988, con el mismo título y protagonizada por Richard Chamberlain y Jaclyn Smith entre otros.
Richard Chamberlain y Jaclyn Smith en 1988
Todo comenzaba cuando un hombre herido de bala y a punto de morir es rescatado del mar por unos pescadores franceses quienes le recogen y le curan las heridas mientras éste está inconsciente y tras varios días en esta situación, el misterioso hombre vuelve en sí.
No sabe cómo se llama, ni su nacionalidad, ni absolutamente nada sobre el, parece tener amnesia total. Lo único que le une al pasado es un microfilm que llevaba implantado bajo la piel y donde figura el número de una cuenta bancaria en Zurich.
Pasa unos días con los pescadores recuperándose y colaborando con las labores de faena para ganar un poco de dinero y cuando llegan a puerto decide ir hasta Zurich para intentar saber más sobre su propia identidad, pero su búsqueda le llevará a ciudades como Marsella, París o incluso Nueva York.
Portada original del libro
Poco a poco va descubriendo más cosas sobre el y al fondo del tunel donde se encuentra va vislumbrando una luz y los pasos que va dando le llevan irremediablemente hacia uno de los terroristas internacionales más buscados de todos los tiempos y que tiene el sobrenombre de “Carlos”.
Esta era, muy superficialmente, la trama de este libro que tanto éxito cosechó en 1980 y que aún a día de hoy mantiene la esencia viva con varias secuelas cinematográficas, aunque desde 2001 Robert Ludlum ya no esté con nosotros.
