Si nos acompañáis en esta entrada, para la que he tirado de hemeroteca, podéis recordar con nosotros que en la década de los ochenta los problemas económicos estaban presentes incluso en el mundo del deporte, aunque personalmente creo que desde que nací, o mejor dicho, desde que recuerdo, España siempre ha estado en crisis.

Temas personales a parte, hoy me transporto a tal día como hoy en 1983 cuando la AFE, o Asociación de Futbolistas Españoles, protestan por el adeudo que los clubes tienen con ellos por un importe de 121 millones de pesetas, algo que comparado con las cifras astronómicas que se barajan hoy, era pecata minuta. Así aparecía esta noticia en la prensa de aquel entonces.

“A más de 121 millones de pesetas se elevan las deudas denunciadas hasta ayer por los futbolistas en la Asociación de Futbolistas Españoles. Los clubes denunciados por sus impagos a sus jugadores suman un total de 29, entre los que destacan dos de Primera División, Sevilla y Salamanca”.

Plantilla de la U.D Salamanca de 1983

“Los jugadores tienen de plazo hasta el próximo 15 de agosto para denunciar las deudas que los clubes mantienen con ellos. Aquellos equipos que no hayan resueltos sus pagos antes de esa fecha, descenderán automáticamente de categoría. En la pasada temporada descendieron por esta causa el Burgos, Getafe, Zamora, Levante y Almería, éste último, además, desapareció”.

“El lunes pasado se inició el período con que cuentan los futbolistas profesionales para denunciar ante la AFE, y ésta después a la federación Española, las deudas que sus clubes mantienen con ellos. El primer día de plazo de presentación de denuncias, éstas se elevaron a algo más de 63 millones de pesetas”.

“Ayer las denuncias se incrementaron en 58 millones más, con lo que la suma total se eleva ya a 121 millones. Dirigentes de la AFE, hace ya algunos meses, estimaron que las deudas de los clubes con sus jugadores durante esta temporada podrían alcanzar los 500 millones de pesetas, una cifra algo inferior a la del año pasado. De todos modos, las previsiones apuntan a una cifra final de deudas que podría llegar a la mitad de la estimada”.

Insisto en que viendo las cifras de hoy en día, esto era una verdadera tontería, pero claro… eran otros tiempos, eran los ochenta.