Posiblemente muchos de los lectores de nostalgia80.com no sepáis quien es Emilio Scotto, pero este personaje tiene una historia tan curiosa que hoy os la voy a contar y que seguro que gustará a los aficionados a las motocicletas, aunque ya conocerán esta hazaña llevada a cabo por este argentino, que no fue otra que la de dar la vuelta al mundo en moto en 9 años a bordo de una de las motocicletas de ruta más recordada de los ochenta, la Honda Goldwing.

Esta hazaña, que si no tengo entendido mal, nadie ha podido superarla hasta ahora, llevó a Emilio a recorrer nada menos que 565.000 kilómetros a bordo de esta moto, recorriendo todos los continentes y visitando 232 países, el 97,5% del planeta. Y para ello empleó 86 neumáticos, 750 litros de aceite, 48.000 litros de gasolina y rellenando nada menos que 13 pasaportes de 64 páginas cada uno.

Con tan sólo 300 dólares en su bolsillo partió de Argentina en 1985, pero no fue algo alocado, era un viaje muy meditado desde hacía años y que tenía estudiado hasta el más mínimo detalle, pero claro, un plan llevado a la práctica siempre cambia y no salen las cosas como siempre deseas.

Scotto tuvo momentos verdaderamente malos en su viaje, le dispararon en Nicaragua y en Somalia, fue arrestado 5 veces en varios países acusado de ser un espía o por no contar con toda la documentación en regla, debido a que su permiso de conducir había caducado un año después de salir de su país natal.

Emilio en uno de sus muchos destinos

Emilio también pasó por diferentes situaciones delicadas como la de meterse en líos con una tribu africana, ayudar en el reflote de un barco carguero e incluso llegó a tener un grave accidente con su moto, lo que le llevó a ingresar en un hospital de Tanzania.

Además las condiciones meteorológicas se cebaron con Emilio, aunque ahora ya son anécdota pero durante gran parte de su viaje le acompañaron tormentas en Texas, huracanes en Florida y un gran tifón en la India.

Y con esto finalizamos este primer post dedicado a una de las mayores hazañas sobre dos ruedas conseguidas en aquella fantástica década de los años ochenta que tantas y tantas cosas nos deparó.