¿Quién no recuerda los fantásticos sistemas de audio que había en los ochenta? Obviamente distaban mucho de la calidad que cualquier aparato normal pueda tener hoy en día pero en aquellos años eran lo más en cuanto a sonido y que no todo el mundo podía permitirse, pero aún así eran una verdadera delicia como el aparato del que os vamos a hablar hoy.

Se trata del sistema de alta fidelidad de Grundig, donde buscando en el baúl de los recuerdos encontramos uno de los anuncios de 1983 donde se promocionaban estos dispositivos musicales, por aquel entonces, de lo mejorcito.

La nobleza del sonido. Una completa gama que representa el más alto nivel de excelencia por su técnica, calidad de sonido y elegante diseño. Elementos muy reducidos, de 6 centímetros de alto por 45 de ancho. La tecnología Grundig incorpora los últimos avances electrónicos que garantizan un funcionamiento perfecto y una Alta Fidelidad Absoluta”.

Grundig, la nobleza del sonido, la seguridad de un gran nombre

Sienta la potencia de unos amplificadores tan completos que le permiten ecualizar independientemente hasta cuatro bandas de frecuencia. Disfrute de la perfección de unos tuners capaces de memorizar hasta 30 emisoras, cómodamente sintonizables con el tunoscope, y visualizar el nombre y frecuencia de la emisora sintonizada”.

Admire la sofisticación de unas platinas con tres motores para controlar la cinta, un cuarto motor que abre y cierra el cargador frontal, y la calidad de los sistemas Dolby y High Com. Conozca el amplio programa Hi-Fi Grundig: equipos y tocadiscos, cajas acústicas activas y pasivas, muebles racks y accesorios. Encontrará el conjunto más adecuado a sus exigencias”.

¡Qué tiempos aquellos del cassette!