Una de las fórmulas que más han funcionado en la televisión desde hace años han sido las telecomedias. Y de una de las más populares vamos a hablar en esta ocasión “Juzgado de guardia” Una comedia americana que tuvo un gran éxito a mediados de los ochenta en multitud de países donde se emitió.

Esta serie llegó a TVE en 1984 después de haber cosechado un gran éxito en Estados Unidos y en Juzgado de guardia nos encontraremos situaciones hilarantes que se daban cita en un juzgado nocturno llevado por no menos peculiares personajes que darían su particular toque de humor en cada episodio.

Carátula de la serie

Enclavada en lo que los americanos conocen como “court-room comedy” (son muy dados a poner definiciones para todo) este peculiar juzgado estaba encabezado por el Juez Harry Stone, de 33 años (aunque mentalmente a veces parecía tener 12), personaje al que siempre le gustaban las bromas y le gustaba ver las cosas desde un punto de vista positivo.

Además contaba con un estrambótico equipo entre los que destacaban el patoso y engreido fiscal Dan Fielding, un personaje que siempre iba detrás de toda mujer guapa, costase lo que costase y el voluminoso alguacil Bull Shannon, de gran corazón y muy inocente, que todo lo que tenía de alto y fuerte contrastaba con su pequeño cerebro.

El equipo protagonista de la serie

Una de las características principales de esta telecomedia, además de sus protagonistas era que todo estaba realizado en un mismo estudio y no se llegaron a grabar nunca exteriores, por lo que la serie en este aspecto era muy rentable. Tanto que con un poco de imaginación y frescura por parte de los guionistas, hicieron que “Night Court” (nombre con el que se conocía en Estados Unidos) ocupase el prime time de la NBC y se codease con telecomedias con años de experiencia como “La Hora de Bill Cosby” o “Cheers” entre otras, algo que catapultó a la fama no solo a sus actores sino a todo su equipo, quienes entre todos y durante las temporadas que duró Juzgado de guardia llegaron a cosechar bastantes premios Emmy.

Gracias a Internet, y porque no, a la televisión, podemos rememorar esta mítica serie de los años 80 y conocer los entresijos de este juzgado tan particular para después, cuando nos encontremos con alguna situación absurda en nuestras vidas, podamos seguir usando la tan trillada frase de: “Esto es de juzgado de guardia”.