Aunque no me gusta para nada el mundo de los toros hoy voy a recordar con vosotros una serie que tengo la oportunidad de tener en mis manos, que trata sobre este mundo. A finales de los ochenta, el gran escritor Jaime de Armiñán se inspiró en la fiesta de los todos y escribió un relato que poco después se convertiría en una popular serie de televisión que, obviamente, puso TVE, Televisión Española. Estaba protagonizada por el sublime Paco Rabal entre otros grandes actores. Hoy recordamos a “Juncal”.

Para muchos es una serie inolvidable, de aquellas de las que TVE hizo gala y que para muchos aún sigue viva en sus recuerdos y sus retinas. Según aseguro el director de la serie: “no hubiera sido posible llevarla a cabo si Paco Rabal no hubiese aceptado el papel, porque estaba preparado únicamente para él” y al final éste aceptó y se convirtió en una de las series más populares de finales de los ochenta, exactamente de 1989, en la televisión.

Paco Rabal, uno de los mejores actores españoles

En esta serie se cuenta la vida de José Álvarez “Juncal”, un matador de toros de corta carrera allá por los años cincuenta y sesenta a quien una cornada le apartaría definitivamente de los ruedos. Aún en el candelero y en plena popularidad se casa con Julia Muñoz, una rica y culta mujer cordobesa, quien se enamoró perdidamente del diestro más que nada por su porte y apariencia física.

El matrimonio fue breve y Juncal, acostumbrado a otros menesteres más que a la vida de casado, abandona a su esposa, dejándola con dos hijos. El diestro se ve solo y sin dinero y se instala en Sevilla, donde se encuentra con Teresa Campos, su amante de toda la vida y con su amigo Vicente Ruiz “búfalo”, interpretado magistralmente por Rafael Álvarez “El brujo”, un limpiabotas de calidad y acérrimo partidario del mundo del toreo.

Pasado el tiempo, Juncal se encuentra de nuevo con su hijo, un torero de moda, rico y poderoso y mediante él, Juncal quiere volver a tener la oportunidad de reencontrarse con el mundo de los toros e intentar recuperar a su familia.

Un cameo de Fernando Fernán Gómez en la serie

Aun no gustándome el mundo de la tauromaquia, esta serie me gustó bastante, sobre todo por la gran interpretación no solo de Paco Rabal, sino de Rafael Álvarez o de Emma Penella, otra de las grandes actrices del cine patrio.

Además esta serie tuvo una producción bastante larga para sus siete capitulos, 6 meses de rodaje y otros 7 de montaje, pero finalmente el producto es algo de calidad, igual calidad como muchas de las series españolas que pudimos disfrutar en aquella década que tanto echamos de menos.