Proseguimos conociendo más sobre la carrera deportiva de McEnroe y lo hacemos con las críticas de la prensa británica, quien llegó a apodarlo “SuperBrat”, lo que vendría a ser algo así como el “Super Mocoso”, debido a su carácter que tan poco gustaba a los británicos porque consideraban su presencia en Wimbledon una verdadera ofensa.

Tan mal tenían considerado a McEnroe que aun habiendo ganado en el England Club, no le otorgaron la membresía honoraria del club, algo que se daba automáticamente a todos los ganadores del torneo de individuales tras finalizar este.

McEnroe, protestando para variar

Y McEnroe, que nunca tuvo pelos en la lengua, respondiendo a la pregunta de por qué no había asistido a la cena posterior al torneo declaró: “Quería pasar la noche con mi familia, mis amigos y la gente que me ha alentado y no con un montón de estirados de entre 70 y 80 años que te dicen que estás actuando como un imbécil”.

Ya en el US Open y tras un partido de 5 sets contra Vitas Gerulaitis en semifinales, McEnroe se las vio de nuevo con Bjön Borg, por última vez y finalmente se hizo con el campeonato tras 4 sets en la final. De esta forma se convertiría en el primer hombre desde los años 20 en ganar tres US Open consecutivos. Posteriormente Borg se alejaba del mundo del tenis de manera sorpresiva justo antes del comienzo de la temporada de 1982.

Ya con Borg en fuera de juego, McEnroe se consolidó como número 1 del mundo y allí estuvo durante casi toda la temporada, a excepción de una semana que su trono le fue arrebatado por otro de sus grandes rivales, Jimmy Connors.

El checo Ivan Lendl

En el torneo de Wimbledon de ese año volvería a demostrar que era uno de los mejores llegando a la final pero cayó contra su bestia negra, Connors. Y en el US Open volvería a morder el polvo tras caer en semifinales contra la gran revelación del momento, Ivan Lendl; y aún con esos traspiés siguió siendo el número 1 del mundo por segundo año consecutivo.

En la siguiente entrega comenzaremos con 1983, un año que también le dejó buen sabor de boca a pesar de algunos acontecimientos que conoceremos más adelante.