En la segunda mitad de los 80, un atractivo joven australiano decoraba las carpetas y las habitaciones de las quinceañeras (y algunas mayores) Su nombre era Jason Donovan un, por aquella, conocido actor en su país por haber protagonizado junto a Kylie Minogue la serie “Neighbours”.

Gracias a ese éxito cosechado en la pequeña pantalla, Jason Donovan probó suerte en el mundo de la música, y realmente la tuvo porque Stock, Aitken y Waterman, tres de los mejores productores de música de los años 80 se fijaron en el, al igual que en Kylie Minogue, Bananarama, Samantha Fox o en el pelirrojo Rick Astley (de quienes hablaré en sucesivos post) y cosechó mucho éxito con temas como “Sealed with a kiss” (cover de Bryan Hyland) o “Too many broken hearts in the world” entre otras.

Jason Donovan en la portadal del single «Sealed with a kiss»

Este éxito duraría hasta 1992 donde el panorama musical estaba evolucionando a pasos agigantados y parecía que el característico estilo del rubio australiano no encajaba en la nueva década. Comenzando el declive de su carrera musical, una revista aseguró que era gay, ocasionando un sonado revuelo entre sus fans y Donovan demandó a la revista ganando el juicio y 200.000 libras por daños y perjuicios, esto no hizo más que hundir su carrera porque muchos de sus fans le tildaron de homófono.

En un intento de volver al candelero en 1996, interpretó una película con muy poco éxito y tristemente cayó en el mundo de las drogas, hecho que reconocería tres años después. Poco tiempo después volvió a televisión participando en programas musicales y prestando su voz para el juego Buzz! De la PS2 y en la actualidad continua en el mundo de la interpretación como actor principal y secundario además de tener su propio programa en una radio en Inglaterra.

Además de actor, Donovan ha firmado un contrato multimillonario con la editorial Harper-Collins para escribir una autobiografía donde revelará todos los secretos de su relación con su compatriota Kylie Minogue, que con total seguridad se editará este año.

A Jason Donovan le ocurria algo parecido a lo que cantaba Ronan Keating en… “Life is a rollercoaster” donde algunas veces estás en la cima y otras vas cuesta abajo a toda velocidad para después volver a subir de nuevo.