Cuando me pongo a pensar sobre qué voy a escribir a veces pienso que quizá lo que escriba no acabe gustando a la gente, porque aunque a veces escribo sobre cosas generales, de vez en cuando también lo hago sobre cosas personales de esas que nos sucedieron a muchos y muchas durante aquella década.

Son bastantes los comentarios los que llegan día a día a nostalgia80.com sobre gente que también ha vivido los mismos momentos que nosotros, que recuerdan esa serie que parecía que éramos pocos los que recordábamos, jugamos a aquellos divertidos juegos de calle o nos deleitábamos con los libros de elige tu propia aventura.

Como sea, quiero agradeceros a todos por vuestra compañía día sí y día también, por vuestros comentarios y también por vuestras ideas, que también nos llegan por correo y que hacen que tanto Ochenta como quien suscribe sigamos todos los días participando de esta nostalgia colectiva y haciéndoos , a todos los que no tuvisteis la oportunidad de vivir en esta época, también partícipes con nuestros recuerdos.

Esto no es ni mucho menos una despedida, mañana seguiremos aquí al pie del cañón, simplemente que hoy he dejado aparcado el cerebro en algún lado y quiero agradeceros a todos por estar ahí, por hacer que la familia de nostalgia80.com siga creciendo y que gracias a la memoria de muchos hayamos evolucionado y tengamos otros blogs como puede ser nostalgia90.com, sí, para aquellos que también vivisteis la década de los noventa, esa década donde las combinaciones de colores casi imposibles comenzaron a desaparecer, las hombreras, las toreras y un montón de cosas que hoy ya están desfasadas en muchos casos pero que nosotros recordamos como si fuera hoy mismo.

Tanto para los que nos seguís desde nostalgia80.com o nostalgia90.com, por Facebook, Twitter o Wikio, muchas gracias por estar ahí y formar parte del montón de personas que formamos esta gran familia.