Así como en muchas ocasiones os hablo de muchas de las estupendas películas que se hicieron durante la década de los ochenta, hoy le toca la cruz a la moneda, con una película, que tuve la oportunidad de ver hace pocos días y de la que me quedé completamente defraudado y que no os recomendaría nunca ver.

Se titula House, una casa alucinante, película de 1986 supuestamente de terror protagonizada por William Katt, actor que un año antes había arrasado en la televisión por haber interpretado el papel protagonista de la serie El gran héroe americano, aunque en esta ocasión, la pifia fue más que sonada.

El metraje estaba dirigido por Steve Miner, producida por New World Pictures y junto a Katt, protagonizaban esta película Richard Moll, Mary Stavin, Kay Lenz y George Wendt, aunque da igual que fuera protagonizada por estrellas del celuloide, la película, así como sus efectos especiales es un verdadero bodrio.

Una de las escenas de la película

Katt daba vida a Roger Cobb, un famoso escritor de novelas de terror y también veterano de la guerra de Vietnam, quien regresaba a la casa de su tía fallecida para escribir un libro sobre sus vivencias en la guerra. Pero aunque en aquella casa desapareció su hijo hace muchos años, decide instalarse para escribir su próximo libro.

Con un vecino cotilla hasta la saciedad, una trama densa, aburrida y predecible y unos efectos especiales (por llamarlos de alguna forma) que dejan muchísimo que desear, nos encontraremos con una película de esas que hacía muchísimo tiempo que no veía algo igual. Para mí es completamente no recomendable, pero si os gustan los productos de la serie Z, seguro que será un buen producto para vosotros.