The lords of discipline

Hoy nos vamos hasta el año 1983 para recordar Hombres de hierro (The lords of discipline), una de esas películas que dejan un buen sabor de boca, con una historia trabajada, una buena puesta en escena y un reparto bastante acertado aunque algunos personajes pueden parecer un poco flojos en determinado momento, pero no desmerecen para nada el metraje.

La película estaba dirigida por Franc Roddam, la música corrió a cargo de Howard Blake y la fotografía por Brian Tufano. Como actores encontramos a algunos que hoy en día son estupendos secundarios, a pesar de que alguno nos dejó hace unos años como Robert Prosky. Entre el reparto encontramos nombres como David Keith, G.D. Spradlin, Barbara Babcock, Michael Biehn, Rick Rossoish, Bill Pacton y Mitchell Lichtenstein entre otros.

La trama nos sitúa en la década de los años 60, donde Pearce, un chico negro, es aceptado en una universidad militar de la zona sur de Estados Unidos, una de las zonas más racistas del país. En esta universidad existe una leyenda sobre un grupo secreto de estudiantes de élite y se dice que harán la vida imposible a este chico negro.

La trama se va desarrollando como se esperaba, ese grupo secreto, además de cebarse con los alumnos novatos, hacen lo propio con el chico negro, a pesar de que hay algún mando que conoce la situación y hacen la “vista gorda”.

La situación es tan crítica que Will, uno de los protagonistas, no dudará en poner en peligro su propia carrera militar para ayudar a Pearce, porque considera que lo que están haciendo con él es completamente indigno de unos militares, lo que hará que la situación se llegue a complicar cada vez más, proporcionando una estupenda segunda parte de la película, ideal para pasar un buen rato recordando esta buena película de 1983.