¿Quien no recuerda con nostalgia los juguetes de su infancia? Seguro que muchos de vosotros y vosotras echáis de menos aquel compañero de juegos que tantas y tantas horas os entretuvo y que hoy está como poco escondido en lo más profundo de algún viejo armario. Hoy vamos a recordar a uno de los juguetes que más horas estuvo al lado de los más pequeños, sobre todo a la hora de dormir, el famoso Gusy Luz, de la casa juguetera Moltó.

Era (y es) el regalo ideal para los niños más pequeños, tanto si son bebés como si tienen 3, 4 o más años, dado que éste no es peligroso puesto que está elaborado principalmente con tela, algodón y plástico y no contiene piezas pequeñas que puedan ser ingeridas por los niños.

Una de las características principales de este muñeco, además de su forma de gusano con una cabeza redondeada y dos caras, de las cuales una siempre estaba tapada por el gorro que tenía, era que cuando le abrazábamos, producía luz y su cabecita se iluminaba con una luz suave y muy reconfortante, algo ideal para todos los pequeños que tuvieran miedo a la oscuridad.

Seguro que os resulta familiar…

Además su tacto era verdaderamente suave y su cara siempre producía una sensación de tranquilidad. Cuando era de día girábamos su gorro para que nos mostrase su cara sonriente y sus ojos abiertos y cuando era de noche girábamos de nuevo el gorro hacia atrás para que apareciese una cara con los ojos cerrados.

Sus colores eran de tonos suaves, azul, verde… y era una delicia tocarlos. Hoy en día se siguen vendiendo y son juguetes muy socorridos cuando nace un bebé o para regalar a un niño de corta edad, aunque los colores son mucho más fuertes que los de antes, algo que parece que les llama mucho más la atención.

Un juguete que hoy recordamos con nostalgia desde este blog y desde donde reivindicamos que algunas jugueteras podían hacer sus propias versiones de muchos de los juguetes de los ochenta, no como algunos que hay hoy en día que prácticamente da miedo.

Pero más miedo da ver cómo ha cambiado todo… porque no solo habremos cambiado nosotros ¿no?