Nos vamos al año 1986 para recordar uno de los juegos de arcade más exitosos de los ochenta (y también uno de mis favoritos, todo sea dicho). Seguro que alguno de vosotros en más de una ocasión gastó una moneda de “cinco duros” para pasar un buen rato con este beat’em’up ambientado en la época de los caballeros. Estoy hablando del famoso Ghost’n Goblins de la compañía Capcom.

Este juego hizo las delicias de grandes y pequeños que encarnaban a Sir Arthur, un barbudo caballero que tenía por meta liberar a su amada la princesa Prin-Prin de las garras del malo malísimo Astaroth, un auténtico demonio. Pero la tarea no sería fácil entre sus siete pantallas de plataformas debería enfrentarse a legiones de zombis, plantas carnívoras, cerdos, murciélagos y un sinfín de enemigos que tratarían por todos los medios acabar con Sir Arthur.

Éste contaba con una serie de ventajas que le permitían acabar con la vida de todo quien se pusiese en su camino, siempre y cuando la pericia del jugador y sus reflejos lo permitiesen…claro está. Su característica principal era la habilidad de poder lanzar diferentes armas a sus enemigos, teniendo que usar en algunas ocasiones varios disparos para acabar con ellos, especialmente con los ya clásicos jefes finales de cada pantalla.

Un screen de la primera pantalla

Lanzas, bombas, dagas, hachas y demás armas arrojadizas salían de las manos del noble protagonista para abrirse paso entre los diferentes monstruos de cada nivel, que cada vez se verá incrementada más la dificultad. Y para hacerlo más difícil, cada poco aparecían una serie de cofres o vasijas donde podíamos encontrar armas, armaduras o un “gracioso mago” que podía rompernos la armadura como mínimo o también convertirnos en un pato incapaces de defendernos y obviamente, más facil será que acaben con nosotros.

La primera pantalla es el Cementerio y el Bosque, tras el cual visitaremos el Palacio de Hielo y el Viejo Bosque Abandonado; si logramos salir vivos entraremos en las Cavernas y posteriormente en la zona de las Plataformas Flotantes y el Puente de Fuego. Y a partir de aquí las cosas se ponen feas comenzando por el acceso al Castillo Inferior y después al Superior tras lo cual llegaremos al cuarto donde se encuentra el Trono de Astaroth y el propio monstruo final de quien debemos defendernos y hacer buena cuenta de el para poder terminar con todo un mundo de diabólicas criaturas en este fantástico juego llamado Ghost’n Goblins ¿Lo recuerdas?