Para muchos de los que crecimos junto a la televisión en los años ochenta, guardamos un buen recuerdo de las muchas series que por aquel entonces se pasaban por la televisión, donde siempre había un momento para todos, la mañana y media tarde para las mamás y amas de casa principalmente, la media tarde para los más peques, un poco más tarde era hora de deportes y noticias para el papá cuando llegaba a casa y después para toda la familia la hora de los concursos y series.

Aunque me considero un devorador convulsivo de la televisión, refiriéndome a la década de los ochenta (hoy apenas veo la televisión) recuerdo infinidad de series, principalmente de dibujos y hoy voy a por otra de esta clase que se emitió allá por 1987 en TVE si mi memoria no me falla.

Se titula Fuego Salvaje, una serie estadounidense que solo tuvo 13 capítulos pero que tuvo una gran fama entre toda la chavalada del momento. En esta serie conocimos las aventuras de Sara, una niña de 13 años que descubre que tiene poderes y que es la princesa de un mundo en otro planeta llamado Dar-Shan.

Sara y su inseparable amigo Fuego Salvaje

Este lugar era un bonito rincón del universo donde todo el mundo, tanto animales como humanos vivía en paz y armonía hasta que la hermanastra de la reina Serana, Diabolyn, cansada de ser siempre la segunda y ansiosa de poder, echó una maldición a la familia real, lo que hizo que Serana enfermase peligrosamente.

Pero antes de que la maldición se extendiese por toda la familia, la reina Serana ordenó a Wildfire, un valiente y bonito caballo, que llevase a Sara, su hija, a un lugar muy alejado para poder salvar su vida. Y así lo hizo, Fuego Salvaje llegó a la Tierra tras atravesar varias dimensiones y dejó la cuna del bebé frente a una puerta donde la familia que vivía allí la cuidó hasta que a los 13 años el medallón que llevaba colgado desde que era un bebé comenzó a brillar.

Fue en este momento cuando conoció a Fuego Salvaje, quien le contó toda la historia. Desde ese momento Sara comenzó su aventura, cruzó el portal dimensional hasta el mundo de Dar-Shan, donde conoció a un apuesto joven llamado Doran y a su caballo, Brutus, quienes se unieron en su cruzada para acabar con Diabolyn. Y para ello contaron con la ayuda de Alvinar, un viejo y olvidadizo hechicero tutor de los caballos del santuario.

¿Serían capaces de acabar con la malvada reina y su maldición?