En esta ocasión nos vamos a recordar a un músico con grandes altibajos, no solo en su carrera, que desgraciadamente no fue tan extensa como la de grupos de su época, sino también en lo personal, hecho que quedaría reflejado en algunas de sus canciones. Nos vamos a recordar a Falco.

Su nombre real era Johann Hözel y nació el 19 de febrero de 1957 en Viena. Desde muy pequeño, Hans mostró una gran vocación por la música, algo que demostraba con sus continuas imitaciones de director de orquesta cada vez que escuchaba la radio cuando apenas tenía 3 años o silbando las canciones más populares de aquella época.

Cuando cumplió cuatro años, quiso un acordeón pero un profesor de música les recomendó encarecidamente a sus padres que primero un piano y posteriormente un acordeón, algo a lo que accedieron con creces. Le compraron un gran piano de cola y Johann pronto demostró que tenía un gran oído musical, dado que cuando apenas tenía 5 años ya tocaba casi 30 temas que conocía simplemente de oído puesto que no sabía leer una partitura.

Falco en una de sus últimas apariciones

Ya a los 17 años se uniría a su primera banda, “Umspannwerk” con quienes ensayaría en el sótano de la casa de un amigo a 15 kilómetros de su casa, algo que le sirvió para que su madre le comprase una moto y pudiera moverse con más facilidad.

Después pasaría por otros grupos como “Hallucination Company” y “Drahdiwarberl”, dos formaciones bastante conocidas en Alemania. Durante su estancia en «Drahdiwarberl» cambió su nombre artístico por Falco en honor al famoso saltador de esquí Falko Weisspflog, usando la “C” en vez de la “K” porque era más comercial.

Aunque la experiencia en estas bandas no fue del todo mala, Falco quería más y gracias a que el productor Robert Ponger se había fijado en el, comenzaron a salir discos realmente buenos como “Der Kommissar” del que se llegaron a vender 7 millones de copias, pero a Falco le pasó lo que a muchos de aquella época, la fama le pasó factura y cayó en una espiral de sexo, alcohol y drogas y comenzó a temer por su carrera musical sufriendo una serie de paranoias que le inducían a pensar que su siguiente disco sería un fracaso como demostró en 1984 con el lanzamiento tardío de “Junge Römer”, que no llegó a conseguir ni la mitad del éxito esperado.

Sus amigos se lo llevaron a Tailandia durante una temporada y Falco consiguió alejarse de aquel pozo donde se encontraba inmerso y logró una importante estabilidad emocional y seguridad en si mismo que le permitió crear uno de los temas más famosos, “Rock me Amadeus”, tema que durante 1985 fue uno de los más vendidos y pinchados por las mejores emisoras comerciales de todo el mundo.

Portada del sencillo «Rock me Amadeus»

Tal fue su éxito que en 1986 se convierte en el primer músico austriaco que entraba en la más que exigente Billboard norteamericana, incluso por encima de un por aquel entonces todopoderoso Prince.

Posteriormente se casaría, pasaría una temporada alejado de la música y regresaría con varios discos, incluyendo uno en el que trabajaba bajo un pseudónimo, pero con muy poco éxito, algo que propició la cancelación de algunos de sus conciertos.

Este genial artista con una vida personal y musical llena de altibajos falleció en 1998 en un accidente de tráfico en la República Dominicana, lugar donde se había mudado hacia algunos años. Hoy podemos seguir escuchando algunos de sus grandes trabajos que sonaron a mediados de los ochenta con gran éxito, algo muy recomendable para todas aquellas personas que no tuvieron oportunidad de conocer la música de Johann Hözel, “Falco”