Aunque la novela de la que vamos a hablar hoy fue editada en España en el año 1990, su lanzamiento se remonta a varios años antes, exactamente al año 1987, cuando su escritor Tim Powers sorprendía a todo el mundo con En costas extrañas, para muchos una de las mejores novelas de piratas de todos los tiempos.

En esta publicación nos cuenta, de manera completamente sutil y amena, las aventuras de John “Jack Shandy” Chandagnac, personaje que viaja al nuevo continente tras la muerte de su padre, un titiritero de poca monta. Se va para hablar con su tío, quien presumiblemente parece ser el que se ha hecho con la herencia familiar y busca su parte.

Durante su viaje conoce a una joven chica llamada Beth Hurwood y a su padre, un reputado profesor de la Universidad de Oxford. Durante el viaje el barco es abordado por piratas y en la lucha, el capitán de los piratas fallece gracias al profesor y su asistente. Por otra parte Chandagnac es obligado a enrolarse con los piratas, lo que, obviamente, no estaba entre sus planes.

Portada de una de las ediciones de este libro

Gracias a la estupenda forma de llevar la trama por parte de Tim Powers, los lectores van descubriendo poco a poco las oscuras intenciones del profesor, las cuales tienen que ver directamente con su mujer y su hija y también con uno de los piratas más famosos de todos los tiempos, Barbanegra.

Y como ocurre en todas las aventuras que se precien, aquí ya conocemos al malo malísimo pero… ¿quién será el bueno? Obviamente no podía ser otro que Jack Shandy, quien no dudará ni un momento en detener el plan de los malos y de paso salvar a Beth, pero será una empresa harto difícil dado que ellos son más y él es uno solo.

¿Salvaría a la bella Hurwood o moriría en el intento?