1987, año de edición de “El valle de los Leones”, una novela de Ken Follet que personalmente pienso que formaba parte de una de sus mejores décadas sin caer en la escritura meramente comercial de décadas posteriores y que logra enganchar al lector de una manera natural.

Esta novela comienza en París, ciudad donde se conocerán los protagonistas principales de la trama, Jane, una joven inglesa, Jean-Pierre, un médico que a su vez es espía de la KGB y Ellis, un norteamericano espía que trabaja para la CIA.

Al principio Jane y Ellis mantienen una relación sentimental hasta que Jean-Pierre, un conocido de la pareja, informa a la chica de las actividades secretas de su novio, algo que ella desconoce y Jane finalmente decide preguntárselo directamente y Ellis se lo confiesa, algo que la deja totalmente indignada.

Portada de la edición española del libro

La pareja se separa finalmente un año después y la trama cambia de lugar geográfico, exactamente a Afganistán, a lo que se conoce como el Valle de los Leones. Y por aquel entonces Jean-Pierre y Jane, felizmente casados, se encuentran en aquella zona trabajando como integrantes de una organización humanitaria, él como médico y ella como enfermera.

Jane, ajena a que su marido es agente de la KGB, tiene un hijo, por lo cual debe pasar mucho tiempo en casa, y un día descubre una radio con la que su marido transmitía información de los afganos a los rusos, algo que Jane no comprende y no entiende cómo puede haberle pasado eso.

Parecía que nada podía ir peor pero todo se tuerce cuando Ellis llega a la aldea. A partir de este momento la trama se lía de una gran manera donde poco a poco se van conociendo las intrigas y aventuras de los espías con un triángulo amoroso como telón de fondo mientras todo ocurre en el contexto histórico de la Guerra Afgano-Soviética. Muy recomendable si te gustan las tramas de espionaje.