Durante la década de los ochenta en nuestro país se hacía mucho cine y una de las características principales de esta década fue el conocido como Cine Quinqui, algo que seguro que muchos conoceréis, pero… ¿qué era exactamente este género? Era un género que narraba las vivencias de algunos de los delincuentes más conocidos de nuestro país.

Este género patrio comenzó a finales de los setenta y duró con éxito hasta la primera mitad de los ochenta, aunque hubo varias producciones de cierto renombre durante la segunda mitad. Por aquellos tiempos era muy normal que en las películas de cine quinqui fuese un delincuente habitual el que se convirtiese en actor, interpretándose a sí mismo o a otro delincuente que conoce o ha conocido, dando un gran realismo a la película.

Esta clase de películas eran normalmente de corte biográfica y se centraban principalmente en contarnos la vida de su protagonista, de sus andanzas, la droga, su entorno y de esa exclusión social que sufrían la gran mayoría así como las torturas impuestas por la policía.

José Luis Manzano, uno de los protagonistas de este género

Algo bastante común y que hoy en día es impensable, es ver cómo se preparaban dosis de heroína y se la inyectaban, permitiendo que el espectador viese cómo se “chutaban” la dichosa droga, creando un ambiente bastante impactante.

Estas películas, además de darnos a conocer la situación por la que vivían muchos de estos delincuentes, nos mostraba la fuerte crítica social y el ataque directo a muchos organismos sociales y oficiales, los cuales eran acusados muchas veces de corrupción o desigualdad entre muchos otros.

Algunas de las películas más recordadas de aquellos años y que seguramente volveremos a vivir con vosotros en este blog fueron: El lute, El Vaquilla, Perros callejeros, El pico, Matar al Nani, Perras callejeras, Yo, el Vaquilla o Los últimos golpes de El Torete entre otros. Seguro que habréis visto alguna de estas.