Recordando algunas de las series que más me llamaron la atención en los ochenta, me quedo con Corrupción en Miami. Y digo «me llamaron la atención» porque solo me dejaban ver hasta el primer descanso. A pesar de ello siempre me cautivó por todos sus aspectos, las tramas, la puesta en escena o las casas. Seguro que con aquel boom, las empresas especializadas en la venta de casas en Miami Florida vendieron un gran número de propiedades.

Algunas curiosidades sobre Corrupción en Miami

De esta serie se pueden hablar muchas cosas y en este artículo queremos compartir contigo algunos de sus secretos y curiosidades. Una de ellas es que en los primeros capítulos, lo que parecía un Ferrari, realmente no lo era. Era el coche que llevaba el detective Sonny Crockett, pero desde Ferrari pronto notaron algo raro.

No era un Ferrari de verdad, era un kitkar montado sobre la base de un Corvette de 1980. El propio Enzo Ferrari intervino personalmente y donó dos Testarossa, modelo 1986. En lugar de ser rojos, ordenó que se pintasen de blanco, para que se vieran mejor en las secuencias nocturnas. Esto hizo que la venta de este modelo se catapultase.

Al ver todo lo que podía ofrecer esa ciudad, muchas personas se dijeron: quiero vender mi casa y se mudaron a este destino. Una de las razones eran su carácter multicultural, sus playas, su cultura, clima, ocio y todo aquello que cualquiera de nosotros podríamos buscar en cualquier destino.

Sus casas, su marcado estilo art decó en muchas zonas de la ciudad, la amplitud de las viviendas y todas sus infraestructuras, fueron algo que pudimos ver en muchas de las secuencias de la serie. Siempre salían fantásticas propiedades como las mansiones de las zonas residenciales, aunque también los apartamentos en primera línea de playa. ¿A quién no le gustaría vivir allí?

La NBC no quería a Don Johnson

Otra curiosidad es que la NBC, cadena que emitía la serie, no quería a Don Johnson. Había participado en otras series y los pilotos habían sido un fracaso. En un principio pensaron en varios actores como Nick Nolte, Jeff Bridges o Mickey Rourke, Finalmente decidieron darle una oportunidad, y la bordó.

La banda sonora, a cargo del fantástico Jan Hammer, se convirtió en un auténtico éxito. Consiguió dos premios Grammy en 1986 y estuvo en los puestos más altos de las listas de ventas.

Gracias a Don Johnson se popularizaron las americanas sobre una camiseta o incluso los zapatos náuticos sin calcetines. Los trajes eran de Versace o Hugo Boss entre otros y para cada episodio se solían utilizar entre cinco y ocho trajes.

Con el paso del tiempo la audiencia bajó y se acabó por cancelar la serie en su quinta temporada. Para cerrar las tramas y no dejar en un cliffhanger a los espectadores, se emitió un episodio de dos horas. A pesar de ello existen cuatro más que únicamente vieron la luz en las posteriores emisiones de la serie. Estos eran conocidos como los Episodios perdidos».