Vídeos VHS de los ochenta

Seguro que todos aquellos que vuestra infancia en los ochenta guardáis muy buenos recuerdos de aquellos años. Hoy quiero compartir contigo muchas de las cosas, que al igual que yo, habréis hecho cuando erais niños.

Cosas que hacíamos en los ochenta

Cuando nos daban la paga, nos faltaba dinero para bajar al quiosco que, misteriosamente, siempre estaba cerca de casa. De las chucherías ya os hablamos en antiguos artículos pero había una cosa muy tentadora, los sobres de Montaman y Montaplex. Sobres de papel en los que en su interior había un muñeco por piezas. Tenías que montarlo y normalmente eran soldados, así que podíamos crear batallas en nuestra habitación.

Si tenías la suerte de que te dieran bastante paga, podías deleitarte con la grasa y el colesterol de los Cheetos. Posiblemente te acuerdes de los Torciditos, Bolitas de queso y Rizitos. Todo un festival de sabe Dios qué clase de sustancia, que nos dejaba los dedos y la lengua naranja. Eso sí, menos las bolitas de queso.

Otra cosa que seguramente habréis hecho es ir al videoclub a la sección de «Novedades». Cuando solo se tenía TVE1 y TVE2 y no ponían nada que interesase, el mejor aliado era el videoclub. ¿A alguno de vosotros os dijeron que debíais devolver la película rebobinada? A mí siempre, pero nunca lo hacía, ya era rebelde desde peque.

Joaquín Prat en los ochenta

La programación infantil de los ochenta

Cuando nuestros padres estaban trabajando o cuando estaban haciendo cosas en casa, era nuestro momento. Ver la programación infantil era una auténtica delicia, al menos tal y como yo creo. Me encantaban los programas como 3, 2, 1, contacto, Planeta imaginario, Barrio Sésamo, Dabadabadá y Sabadabadá, La cometa blanca, El Quiosco, La Superabuela y muchos otros programas más.

Pero si algo me gustaba mucho eran los dibujos animados. Mis favoritos eran Sherlock Holmes, D’Artacán y los tres Mosqueperros y La vuelta al mundo de Willy Fog. También me gustaban mucho Ulises 31 y cualquiera de los «Érase» (El cuerpo humano, la vida, las Américas, etc.)

Bajar a jugar a la calle era otra formidable opción que nos permitía sentirnos libres. Jugábamos en la misma calle o en el parque próximo, siempre que estuviésemos bajo control. Leer era otra de las muchas opciones que teníamos cuando no había nada en la tele o no nos dejaban bajar a la calle.

Yo recuerdo leer viejos tebeos heredados de mi padre TBO o Hazañas Bélicas, pero me gustaban más otras lecturas. Los Super Humor, los libros de Elige tu propia aventura o Fray Perico y su borrico. ¡Me encantaban!

Volviendo al tema de la televisión, en cuanto a programas, me encantaban los concursos. Los viernes me encantaba ver el Un, Dos, Tres con mis padres y los lunes El precio justo con Joaquín Prat y después me dejaban ver Alfred Hitchcock presenta. Creo que de ahí nació mi pasión por este director.

Un momento que recuerdo bien, fue cuando después de haber sido anunciado a bombo y platillo, nos reunimos todos en el salón frente a la tele para ver el lanzamiento a nivel mundial del videoclip Thriller de Michael Jackson.

Lo cierto, es que son tantos recuerdos, que a veces uno comienza a hablar y a hablar y no para. Estoy completamente seguro que a vosotros también os pasa algo igual. Comenzáis a pensar y a recordar y os saldrán cientos de cosas de los ochenta y vuestra infancia.