Aunque el coche sobre el que voy a hablar hoy comenzó su andadura allá por el año 1971, no fue hasta 1986 cuando dejó de fabricarse, por tanto sí merece que lo recordemos aquí en nostalgia80.com, estoy hablando del Citroën GSA, un coche muy popular, cómodo y sobre todo muy ágil y que bebía de sus precedesores como el modelo GS.

Es una berlina bicuerpo que hace más grande su espacio gracias a sus tres cristales laterales más la zona del motor, considerado como de gama media y con una clara tendencia familiar, lo que podría haberse denominado como un monovolumen de aquella, obviamente salvando las distancias con los actuales.

Aspecto del Citroën GSA

Contaba con motor de cuatro cilindros refrigerado por aire, tracción delantera y una pequeña central hidráulica que operaba para los cuatro frenos de disco y una suspensión hidroneumática heredada del antiguo Citroën GS, lo que le daba una increíble estabilidad, como a muchos de los coches de la marca.

Poco después de 1978 comenzaron a incluirse diferentes retoques como la aparición de parachoques de plástico, portón para el maletero con cristal (el modelo GS contaba con portón pero sin cristal) y una serie de equipamiento que hacían que el tener un coche de esta clase fueras alguien que sabía lo que quería y muchos envidiaban la comodidad y robustez de este modelo, algo que estaba a años luz de los modelos más cómodos hechos en España.

Vista del vanguadista cuadro de mandos

Una de las características más llamativas era su futurista cuadro de mandos donde podíamos observar en una pequeña pantalla el funcionamiento del motor y de las diferentes partes del coche como si de un modesto ordenador de a bordo se tratase.

Su sucesor salió en 1982, el conocido Citroën BX, pero este modelo fue contemporáneo con el GSA, modelo que continuaría en la cadena de montaje algunos años más, cerrando su producción en 1986 y dejando un estupendo recuerdo para todos aquellos que tuvieron la oportunidad de conducir este portaaviones de la carretera.