Televisión, paga semanal, chucherías, monedas de “cinco duros” y las clásicas salas de juegos. Ese era el panorama de muchos de los jóvenes de los ochenta y para ellos va este post, para recordar entre todos un arcade que quizá no tuvo un gran éxito en todo el mundo, aunque en Japón arrasó el mercado y en Europa y Estados Unidos tuvo un éxito moderado. Hoy recordamos un arcade épico “Black Tiger”
Está considerado como uno de los mejores juegos de la compañía CAPCOM, uno de los pesos pesados de la industria del videojuego desde hace muchísimos años y que nos ha deleitado con títulos como Capitan Commando, Magic Sword o el mundialmente conocido Street Fighter (del cual hubo varias secuelas y hasta un par de películas)
En este juego damos vida a un héroe bárbaro con el poder de dar grandes saltos y que va armado de un arma que lanza con una cadena y vuelve a su mano una vez impactado (o no) sobre los enemigos. Debemos ir pasando las diferentes pantallas eliminando a todo lo que se nos aparezca por delante y como en todo arcade que se precie, tendremos que derrotar a los jefes finales de cada pantalla y en este caso cada vez que pasemos dos o tres pantallas nos enfrentaremos a dragones, hasta acabar con el último y por consiguiente el juego.
Imagen del juego
Este juego introducía una serie de alicientes como bonus escondidos que te animan a seguir buscando por toda la pantalla para ganar más dinero, armas o energía. Éstos se encontraban escondidos detrás de paredes, en cofres o pequeños jarrones que íbamos encontrando por nuestro camino, pero no todo iba a ser fácil… algunos cofres tenían escondido un curioso encantamiento que lanzaba fuego y te quitaba energía y los jarrones podían esconder también unas “simpáticas” gotitas de agua que al disparar se dividían en más gotas pequeñas y obviamente su misión era la de matarnos.
A medida que vamos avanzando en el juego la dificultad aumenta pero tendremos la oportunidad de mejorar nuestra armadura y nuestra arma, hasta llegar al quinto nivel en ambas, el máximo permitido y con el cual podemos acabar con todo lo que aparezca en la pantalla, pero no todo será coser y cantar, nos encontraremos con infinidad de monstruos que nos lo pondrán muy difícil.
¿Os acordáis de esta aventura épica?
pues claro que me acuerdo de este juego, jo, pero si hasta me a dao lloriquera de recordarlo, si mis padres me daban 500 pesetas de paga mas lo que le chorizaba a mi madre del bolso a lo mejor le echaba 20 monedas a esta maquina para ver si llegaba al final que para mi eso era el paraiso, muchisimos abrazos a todos los 80teros
Yo lo recuerdo con muchísima nostalgia. Aquellos años de inocencia, de veraneo. Me pasaba todo el día en los recreativos de mi pueblo. Entre las recreativas que turulaban, se encontraban grandes títulos como Double Dragon, Karate Champ, Tetris, Thekan World Cup, Section Z, Space Invaders y muchos más que no recuerdo. Nombres, que muchos de ellos se han perdido con el tiempo, y otros perduran.
Pero entre todas las máquinas, a mi me llamaba mucho la atención está máquina. Hasta muchos años después no supe como se llamaba, ya que yo le llamaba «la maquina del guerrero de la armadura».
Me gustaba más ver como jugaban los mayores, que jugar yo, ya que no duraba más allá de cinco minutos (además tampoco podía jugar mucho más porque mis padres me daban apenas 50 pts para pasar la mañana o la tarde). Eso sí, me podía pasar horas y horas viendo partidas y partidas.
Sobre todo, me encantaba la tienda del viejo, en la que podías comprar todas las armaduras y las armas. Era una pasada.
Varios años después,ya con algunos añitos más, y con mi Sinclair Spectrum, intente buscar el título, para poderme echar horas con él. Pero no lo encontraba, que frustración.
Hasta que un buen día lo encontré, en el Corte Inglés, en un pack, en el que iban incluidos «El Ghoul’s n Ghosts», «Forgotten Worlds», por supuesto «Black Tiger», y otros… Me lo pedí para Reyes.
Y llegó por fin el juego a mi poder. No era lo mismo, sin el mismo colorido, pero bueno «Era el juego del guerrero de la armadura»
Hola Vicente!
A mi también me pasó algo parecido, aunque no tuve la suerte de hacerme con el para mi viejo Sinclair, ni siquiera para el Amstrad, pero si pude jugarlo en infinidad de ocasiones en la sala de juegos.
El día que logré acabar con el dragón negro y finalizar todo el juego me sentí realmente bien. Aquello había sido como una espina clavada durante mucho tiempo y que gracias a ella, muchas monedas de «cinco duros» se fueron por la ranura de aquella máquina, pero realmente no me importó, aquel día me sentí «el rey» de la sala de juegos, aunque poco duró.. pronto comenzaron a llegar más y más juegos y el capital de uno no era infinito.
Da gusto seguir conociendo nostálgicos.
¡Bienvenido a nostalgia80.com Vicente!
que si me acuerdo??? juer me pasaba horas en la dichosa maquinita un dia llege a perder el conocimiento ,no no es broma llevaba mas de 4 horas liado y me dio un tabardillo creo q de tanto mirar la pantalla el del bar casi le da un yuyu cuando me vio caer al suelo y ademas recuerdo perfectamente que estando insconciente en mi mente seguia jugando joer q vicio jajja , habia un juego de karate q no recuerdo si era karate champ o muy parecido era de la epoca mas o menos que pasabas dos asaltos y luego tenias que partir unos ladrillos para seguir si me podeis decir cual era lo agradeceria saludos treintaañeros pasados